miércoles, 30 de diciembre de 2020

debería cortarme el pelo, pero con este frío me da toda la pereza, así que lo vamos a dejar como primer  propósito de año nuevo (y de esta manera habrá al menos uno que sí cumpla)

mientras tanto, y en la cuenta atrás, miro de reojo las listas de lo mejor de 2020 (sin coñas) y calculo que alguna sí que me gustaría hacer, aunque sea de memoria y con prisas (para no perder la costumbre), pero de verdad que soy incapaz de recordar nada concreto antes de marzo; así que será más precaria e incompleta de lo habitual


sábado, 26 de diciembre de 2020



Música para el fin de semana. Estos días estoy escuchando con muchas ganas a Black Box Recorder, la típica banda que está como pensada para mí (pero de la que me había olvidado completamente hace ya años).

Y llegó la navidad, con un aire raro de provisionalidad, de pasar por ella de puntillas.

 En esas estamos.


Días tranquilos en el edificio Baxter. 

sábado, 19 de diciembre de 2020



Música para el fin de semana. Se llaman Ginebras y son la típica banda que me pone de buen humor desde el primer acorde de la primera canción, así que este ratito con ellas es perfecto para levantar el ánimo en este sábado gris y amodorrado.

Por lo demás, poca cosa puedo contar. Los días pasan, y yo los voy tachando del calendario a la espera de que se acabe el año de una vez por todas.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

jueves, 17 de diciembre de 2020

tengo unas deportivas bastante harapientas ya, pero todavía las uso todos los días para pasear por la mañana o para ir a comprar; las compré en Muji hace ni me acuerdo, y me están un poquito grandes porque ahí las tallas del calzado son raras, pero son las más cómodas que he tenido nunca, y es muy posible que las tire uno de estos días, porque las suelas están ya a punto de desaparecer; y también eso es año-nuevo-vida-nueva, supongo

a estas cosas le doy vueltas en la cabeza cuando me despierto a deshoras y tardo en conciliar otra vez el sueño (que es casi todas las noches)

sábado, 12 de diciembre de 2020


Música para el fin de semana. Tricky es único a la hora de tejer atmósferas turbias, y en dosis pequeñas te pone las pilas pero bien.

La semana ha sido, también, turbia en la cosa climática, con sus lluvias y sus fríos, y sus vientos hipohuracanados, y ha venido cargada con noticias variopintas: que si primeras vacunas, que si el Brexit a punto de nieve, que si planes navideños, que si dineros reales. Y luego, para postre, se ha muerto Richard Corben, que es casi como decir que se me ha muerto un trozo de edad del pavo (que, en mi caso, se alargó hasta hace dos días, poco más o menos).

Esta semana he leído, además, algunos tebeos de los que salen ya automáticamente con la etiqueta de mejores del año (pero de verdad): Paco Roca, Monteys, Gallardo.


Por lo demás, bien. Días tranquilos en el edificio Baxter. 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

pues hemos desayunado roscón y ya hay turrón en casa; solo falta sacar los duendes daneses de su escondite para terminar de asumir que sí, que ya estamos en Navidad

 una Navidad fría y rarísima



sábado, 5 de diciembre de 2020


Música para el fin de semana de puente. De Pauline en la playa somos aquí fans, que no todo va a ser ruido, a ver. (Aunque bien que hicieron ruido cuando pilotaban Undershakers.)

Y bueno, pues diciembre. Ya estamos en ese momento del año: comprar calendario nuevo, echarle un ojo a los próximos meses, abrir el paraguas para que no salpique mucho el bombardeo de listas de lo mejor de 2020.

Días tranquilos (y fríos) en el edificio Baxter.

domingo, 29 de noviembre de 2020

sábado, 28 de noviembre de 2020


Música para el fin de semana. A Girl Friday las acabo de descubrir (anteayer mismo). Lo que hacen se parece mucho a lo que más me gusta (aunque tengo mis días, claro).

Hoy hace sol, después de los dos días de lluvia. Y esta semana he visto a F y a N, que aparecieron precisamente con la lluvia, como en los cuentos.

Por lo demás, pues mira, que los días parece que no se acaban nunca, pero el mes ha volado y ya mismo es diciembre. Y las luces de navidad. Y ya estamos con el calendario del año próximo, madre mía: vamos a tirar 2020 a la basura a medio usar.

Y eso.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


jueves, 26 de noviembre de 2020

por resumir: 

el otro día me corté haciendo una tortilla con berenjena y calabacín 

en casa hemos visto la cuarta temporada de The Crown (todo muy bien, aunque al principio casi parece que flojea un poco) 

y hoy está el día lluvioso y tristón (friendly reminder de que, a ver, estamos en noviembre)

sábado, 21 de noviembre de 2020



Música para el fin de semana. Que aquí somos muy de Yo La Tengo es más que sabido, así que toca sesión. En formato acústico y sedoso, esta vez. Muy otoñal y como de domingo por la tarde. Enjoy!

Por lo demás, poco que añadir. Mañana fría y soleadita. Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 20 de noviembre de 2020

bueno, pues son casi las seis y ya están encendidas las farolas, y esta mañana me he fijado en cantidad de escaparates (¡y balcones!) decorados ya en modo navideño; a punto he estado hace un rato de sacar a los duendecillos de su caja


¿lo que me apetece de verdad?: confinarme hasta febrero, releer Peanuts, volver a ver Buffy del tirón, montarme un ciclo Ozu, Rohmer, Howard Hawks, hacer risottos, hincharme a ver memes de Baby Yoda... prejubilarme, vamos

  

lunes, 16 de noviembre de 2020

pero a ver, qué es esta niebla a estas horas, que hace un rato casi hacía sol... de repente, al día se le ha puesto cara de lunes

sábado, 14 de noviembre de 2020


Música para el fin de semana, que por aquí empieza mustio y medio lluvioso. Muy para esto de Clairo, en realidad.

Por lo demás, todo OK. Ver llover por la ventana me provoca como nostalgia del confinamiento, un poco. Pero hay que bajar y comprar manzanas y plátanos, y mandarinas. Y a lo mejor vino blanco.


Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 13 de noviembre de 2020

 no me puedo creer que estemos ya casi a mediados de noviembre, la verdad

por lo demás, el día bien, gracias

jueves, 12 de noviembre de 2020

pues la serie de la chica que juega al ajedrez bien, pero tampoco es para echar las campanas al vuelo, vamos a ver, que a la gente le encanta ponerse superlativa a la mínima ocasión... 

me he escapado al centro a por tebeos y me he vuelto a casa con el nuevo de Sole Otero, que le tenía bastantes ganas (flamantísimo premio FNAC/Salamandra), la última entrega de Giant days y un libro de entrevistas con Charles Schulz, así que todo bien

(además, estoy leyendo despacito el Aspirina de Sfar, que es una maravilla)






sábado, 7 de noviembre de 2020


Música para el fin de semana. Aquí nos gustan mucho las Hinds; tienen no sé qué burbujeante que pone de buen humor. Y eso, con la que está cayendo, pues mira, que viene bien, ¿no?

Porque madre mía, la semanita... Todo vergüenza ajena allá donde mires. Y todo el rato la sensación de estar en cuenta atrás, de que todo el mundo lo sabe pero hace como que no.


En fin, no hay sorpresas. Días tranquilos en el edificio Baxter. 

miércoles, 4 de noviembre de 2020

pues la comidilla del día es lo de Trump, el recuento de votos, la histeria y el ya veremos, pero yo me he quedado de relax en casa a ver llover, y el resumen es que he hecho lentejas, ha habido siesta (en formato mini, eso sí), he rescatado algunas cosas de la baticueva (tenía como antojo de Moebius), he comprado empanada y llevo ya un rato largo moneando en twitter y escuchando a Sleaford Mods

y esta noche creo que empezaremos a ver la serie esa del ajedrez, en Netflix, que tiene buena pinta y es corta

lunes, 2 de noviembre de 2020


Más música, que hoy es festivo por aquí y encontré hace unos días algunas cosas de Veruca Salt, y se me había olvidado lo buenas que eran (¿son? No tengo claro que sigan en activo...).


Por lo demás, la mañana trae un aire primaveral que despista mucho, las cosas como son.


Y eso. Días tranquilos en el edificio Baxter.

domingo, 1 de noviembre de 2020



Buenos días, noviembre.

Más música para el puente de los buñuelos y las calaveras de azúcar. Estos días he descubierto a dos bandas de las que no tenía noticia. Una de ellas viene al pelo para visitas nocturnas al cementerio, Black Tambourine, que juegan con una de las combinaciones que más me gustan: vocecitas fantasmales y mucha distorsión.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 31 de octubre de 2020


Música para Halloween. Trasteando esta mañana me he tropezado con esta maravilla: un instrumental dedicado a la Scary Godmother de Jill Thompson, que recuerda un poco al tema de cabecera de Los Munsters. Estas cosas me dan la vida.


Vaya semanita, ¿verdad? Madre mía. Lo peor de todo: la certeza de que estamos abocados, se ponga Ayuso como se ponga, a un confinamiento de los gordos. Que no será como el de primavera, claro (o eso quiero pensar). Porque sabemos más que antes y hay cosas que no vamos a repetir. Pero que será un de casa al trabajo y del trabajo a casa durante un tiempo, pero de verdad, con casi todo cerrado. Esto lo veo claro, y todo este marear la perdiz a ver si se salva la campaña de Navidad no va a hacer más que empeorar las cosas.

(Pero yo qué sé, ¿eh? Que yo aquí solo miro. Y, de vez en cuando, me llevo las manos a la cabeza, en modo boomer.)


En fin, nada. Días tranquilos en el edificio Baxter.


 

jueves, 29 de octubre de 2020

pues he salido de librerías, y me he vuelto a casa con alguna cosa que me apetecía (pero mucho menos de lo que me pide la bulimia de papel; otra vez será)

también, por la mañana, he hablado con algunas de las chicas de la diáspora (que están casi todas por ahí fuera, comiéndose el mundo): eso me pone siempre de buen humor

y me he cortado el pelo, también (que el confinamiento de primavera me pilló recién rapado y mira, mejor así; no vaya a ser)

seguimos de tranqui por aquí



martes, 27 de octubre de 2020

semana en casa, de relax; y como ha vuelto Julie a la tele, casi está siendo un deja vu del confinamiento de la primavera

y la famosa curva, disparada (up, up and away)





sábado, 24 de octubre de 2020




Música para el fin de semana. Ración doble de Sonic Youth, que siempre gusta, y más con este ambiente pochísimo de banderas y mascarillas.


La semana ha transcurrido entre el carnaval en las Cortes, el ruido de fondo del toque de queda sí-no-sí-pero-menos, la bandera gigante y la ola que no deja de crecer, y qué pereza todo si no fuera porque, bueno, nos va un poco la vida en ello.


(Nota a pie de obra: conversación escuchada ayer mismo entre gente ya adentrada en los treinta, que eso de la vacuna no lo ven, que ni ellos ni sus hijos se la van a poner, que eso es una cosa muy seria, que al fin y al cabo lo que te meten es el virus... y yo hace ya tiempo que no entiendo nada, pero no dejo de sorprenderme, así cómo vamos a salir del agujero.)


Por lo demás, todo bien. Hoy toca tortilla de patata, que mañana hay que trabajar y con algo habrá que llenar la tartera.


  Días tranquilos en el edificio Baxter.

lunes, 19 de octubre de 2020

en casa, del confinamiento nos ha quedado (entre otras cosillas) lo del paseo matinal, y lo hacemos a la hora que abren los colegios, así que siempre hay chavalería minúscula en la calle; eso y los perrillos, que también abundan, pues como que nos ponen de buen humor ya desde temprano, así que bien


y pasan los días y me voy confirmando en que el mundo mascarilla ha propiciado el retorno triunfal (y para bien, me parece) del eyeliner, sobe todo entre las más jóvenes; o a lo mejor es que me fijo más que antes, porque ahora tendemos a mirarnos más a los ojos



sábado, 17 de octubre de 2020


Música para el fin de semana. Ahora que el otoño empieza a enseñar los dientes, Eternal Summers. Que, mira, para un ratillo están bien.


Y la semana se ha pasado sin casi darme cuenta. De octubre hemos pasado ya el ecuador, ya mismo tenemos Halloween y noviembre, y las navidades se nos echan encima. (Y bien raras que van a ser, este año.) Y yo aquí, hablando del tiempo que pasa, como los abuelos.


Bueno, resumen. Por el Marco Incomparable, bien, gracias. En casa hemos visto el nuevo Perry Mason, que viene a ser un Año Uno, para entendernos, y tarda un poco en entrar en materia y agarrarte por las solapas, pero está todo tan bien hecho y los personajes funcionan tan bien que , chica, para cuándo más. Yo leí el nuevo libro de Jaime Martín, (Siempre tendremos 20 años, lo edita Norma), que me ha gustado mucho y hasta me ha hecho llorar un poquito. Y poca cosa más.


A ver si esta semana me animo y estoy un poco más locuaz por aquí.


Días tranquilos (y fríos) en el edificio Baxter.  

sábado, 10 de octubre de 2020


Música para el fin de semana largo y casero. Estos días he descubierto (llego tarde, como casi siempre) a Axolotes Mexicanos, y bueno, que me hacen gracia (aunque aquí la voz de la cantante pone a veces los pelos de punta, en fin; a cambio, los speech entre canciones son impagables).


Pues menuda semana, ¿eh? Distopía casposa genuina. Madre mía, la señora Ayuso, sus minions y el sinvergüenza del alcalde, ¡y los palmeros! Y, visto lo visto, esto no ha hecho más que empezar. (Insertar aquí cabecita amarilla pegándose un tiro en la sien.)


Eso, que todo mal ahí. En otro orden de cosas, el Marco Incomparable ha inaugurado expo nueva (que está muy bien, aunque todavía la tengo que mirar despacio). Hay menos público  que nunca, en general, aunque ahora se anima más en el horario de gratis que estos meses pasados.


Y poco más. A ver cómo va la cosa el finde. Permanezcan atentos a la pantalla. (¡Y cuidaos mucho!)


Días tranquilos (a ver si no) en el edificio Baxter.   

viernes, 9 de octubre de 2020

pues nada, ha sido salir del Marco Incomparable (a eso de las ocho) y empezar a sonar cacerolas, y ya luego el himno, claro...


madre mía, la pereza...

jueves, 8 de octubre de 2020

aprovechando el día libre, me he escapado al centro para comprar tebeos (que a estas alturas es casi lo único que me mueve a salir de casa más allá de la obligación), y qué sensación más rara he tenido de clandestinidad, oye



miércoles, 7 de octubre de 2020

pues nada, sofá nuevo, gafas nuevas, silla nueva para el ordenador, todo novedades para este otoño, cómo te quedas... que el próximo confinamiento nos pille preparados


en otro orden de cosas, hemos visto la primera temporada de Borgen y hombre, a ver, está bien y eso, pero no es para nada lo que me esperaba, se os va a todos la cabeza con esto; yo me sigo quedando con El ala oeste de la Casa Blanca, que viene a ser lo mismo, pero con sentido del espectáculo y mejores guiones


por lo demás, bien, gracias; vuelve el solecito

sábado, 3 de octubre de 2020





Música para el fin de semana. Estos días estoy escuchando mucho a Ben Watt, que fue la otra mitad de Everything But The Girl. (Pues sí, resulta que también me gusta escuchar cosas de adultos. De vez en cuando y sin abusar, eso sí. No sea que se me pegue algo.)


Y esta mañana no había nadie por la calle. Que es verdad que es sábado, y que hace frío (el otoño se ha estrenado con ganas), pero la sensación ha sido muy rara después de estos días de guerrilla institucional y bochorno. Como de ciudad de verdad cerrada.


Por lo demás, bueno, la vuelta al Marco Incomparable ha sido indolora, y además M por fin se ha reincorporado a la tripulación, así que muy bien.


Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 26 de septiembre de 2020


Música para el fin de semana. Hace ya días que esta canción suena en bucle en mi cabeza, a poco que me descuido (y también en casa, claro). Y sí, ya sé lo que me vais a decir, pero es lo que hay: a estas alturas, escuchar esto me hace un poco más feliz.


Me hizo también feliz ver la última temporada de Agentes de SHIELD, que igual es la que más he disfrutado de las siete. Ahora estamos con la primera de Halt and catch fire, que está en Filmin y me está gustando, en general, aunque no sé si es lo que más me apetece ver right now. Me parece que lo que necesito son naves espaciales, zombies o, si acaso, alguna cosita de humor. (O superhéroes: también vamos al día con The boys, y mira, bien.) 


Seguiremos informando.


¿Más? Pues poca cosa. 


Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 25 de septiembre de 2020

por resumir el día:


 he guardado los de verano, y he desenterrado de debajo de las camisetas los pantalones largos de otoño-invierno


hemos ido a pasar la itv (todo ok)


filete con patatas fritas para comer, y un poco de melón de postre


hemos visto la primera peli de Jonás Trueba, que tenía curiosidad, y en fin... un poco de vergüenza sí que he pasado (en parte, lo admito, porque tengo la sensación de que igual hace veinte o treinta años sí me hubiera gustado)



y, bueno, lo de la Ayuso, el despropósito: cada vez está más claro que nos vamos a la mierda





miércoles, 23 de septiembre de 2020

vaya sensación rara, estos días (y no es por el otoño que acaba de llegar)


menos mal que los gorriones siguen viniendo a beber y bañarse todos los días: eso sí me pone de buen humor

domingo, 20 de septiembre de 2020

 Música para el fin de semana, aunque sea con retraso, que he estado unos días fuera y volví anoche. Best Coast tienen un punto luminoso que me gusta mucho. I mean, esto es pop, no le des más vueltas.


Pues eso, que muy bien esta semana. Buen tiempo, mucho paseo junto al mar, muy rico todo. No sé qué más se puede querer a estas alturas de verano, cuando el otoño está a puntito de llegar.


Y sí, vuelvo justo a tiempo para comerme el show de Díaz Ayuso y sus Juegos del Hambre (Isabel Death Ayuso, he visto por ahí), que es de traca. Y me reiría (la risa irónica medio posmo que a veces nos pierde un poco, ya sabéis) si no me cabreara tanto, si no fuera todo tan escandaloso. Y tan inútil, porque con esto no se paran los contagios ni se desatascan los centros sanitarios.


En fin.


Días tranquilos en el edificio Baxter. (Madrid Sur. Zona Fantasma.)



domingo, 13 de septiembre de 2020

pues último día de trabajo hoy: oficialmente estoy de vacaciones, y hasta octubre no vuelvo al Marco Incomparable; se ha hecho un poco cuesta arriba, porque la víspera siempre es más lenta que un día normal, pero a última hora a venido F de visita y me ha alegrado el domingo


(qué difícil lo de no abrazar a depende quién)



sábado, 12 de septiembre de 2020





 

Música para el fin de semana (que va a ser largo y de Marco Incomparable, ay). Las canciones de Weezer tienen todo lo que me gusta, y escuchar sus discos de cuando en cuando es vitamina para el ánimo.


La semana bien, gracias. He comprado sellos y algunos tebeos; he leído Panza de burro y casi he terminado de leer también Canto yo y la montaña baila (me han gustado mucho, en particular este último, que me ha volado la cabeza). Hemos visto Away, una serie Netflix sobre la primera expedición tripulada a Marte a la que le sobra un poco de drami familiar y le falta mucho Marte, pero que se ve bien, mira, yo con que haya cosmonautas y poca cosita más ya me conformo.


Y eso. Que mañana toca trabajar, pero luego ya llegan las vacaciones. (Hasta he comprado mascarillas extra para el viaje, que al final nos liamos la manta a la cabeza y nos piramos unos días. Y qué raro se hace justo eso, pensar cuántas mascarillas hacen falta, acordarse de llevar frasquito de gel hidroalcohólico y hasta dos pares de guantes, para por si.)


Días tranquilos en el edificio Baxter.



martes, 8 de septiembre de 2020

esta mañana la calle estaba llena de chavalería de camino al cole con sus mascarillas pequeñitas; escuchando al vuelo las conversaciones que tenían se me ha ocurrido que para ellos todo esto es una aventura todavía mayor de lo habitual (cada vuelta al colegio lo es, siempre), y que probablemente se lo van a tomar más en serio de lo que nos creemos, y van a tener todo el cuidado del mundo; mucho más cuidado que quienes han improvisado toda la operación retorno en cuatro días, echando balones fuera y con la vieja excusa del perro socialcomunista que se comió los deberes allá por el mes de junio...


da gusto verles por la calle, parloteando y tan contentos

 Me gusta mucho el cartel que Pablo Verlarde ha hecho para las Jornadas de Avilés, que cumplen veinticinco años y empiezan justo hoy. (Aquí abajo, el programa.)




sábado, 5 de septiembre de 2020



 



Música para el fin de semana. Canciones nuevas de bandas a las que amo,  eso me pone siempre de buen humor.


Y llegó septiembre, con unos días de respiro en lo que a la calor se refiere (aunque ayer volvió a subir más de la cuenta la temperatura, qué lata). Septiembre debería ser ya mes otoñal a todos los efectos, la antesala de Halloween, mes de hojas secas y pantalones largos. Pero mira, es lo que hay. Nos conformaremos con que las mañanas y las noches (menos mal) sean más fresquitas.


Poca noticia más. Las cosas del virus, que sigue ahí fuera, cada vez más fuerte. Que el Marco Incomparable anuncia que igual no abre al 100% en lo que queda de año. Y eso, sin sorpresas.


Días tranquilos en el edificio Baxter.



domingo, 30 de agosto de 2020

 no hay nada mejor que echarse la sábana por encima para dormir, después de las noches toledanas de este verano; qué gusto, cerrar las ventanas para que no se te enfríen los pies

sábado, 29 de agosto de 2020


 Música para el fin de semana. Esto de Billie Eilish es bien bonito, la verdad. Y viene al pelo para este fin de semana raro de bajada de temperaturas y cierre de temporada, que al verano aún le queda, pero septiembre es otra cosa.


La vuelta al Marco Incomparable ha ido bien, sin traumas. Y poco más se puede añadir al resumen de la semana. A ver cómo se mueven las cosas en los próximos días...


Pues eso: días tranquilos en el edificio Baxter.


   

miércoles, 26 de agosto de 2020

 pues no queda nada para la vuelta al Marco Incomparable después de estos días de vacaciones confinadas-pero-menos en los que hemos estado viendo cosas chulas en Filmin y he renovado el reproductor de música, que el otro había petado hace ya un tiempo, y he adelantado también alguna lectura pendiente, aunque lo de ponerme al día daría para una cuarentena de las largas, y ni así; así que he ido a la peluquería esta mañana, que ya iba haciendo falta


del museo poca noticia tengo; la más reciente, que sigue habiendo poco público, y que cada vez hay que llamar la atención a más gente porque se bajan la mascarilla a la que te descuidas


por lo demás, poca cosa; llega septiembre en pocos días: vuelta al cole, vuelta a los trabajos, reactivación general... veremos



sábado, 22 de agosto de 2020




Música para el fin de semana. Esta muchacha tan maja se llama Sóley, y me hace mucha gracia escucharla entre canción y canción, con ese acento tan marcado y ese aire de empollona simpática. Luego, la música es otra cosa, muy para mañanas de verano, cuando todavía hace fresco y en la calle no hay casi nadie.


Por lo demás, bueno, pues eso. Que pasan los días sin sentir, que vuelve a hacer calor, que las noticias de contagios van siendo más preocupantes cada día. Que este verano no parece un verano de verdad (salvo por lo de sudar). Y que estamos todos más guapos con mascarilla, esto lo he dicho ya.


Días tranquilos en el edificio Baxter.


 

martes, 18 de agosto de 2020

ayer, en el metro, iba sentado a mi lado un tipo trajeado, entrecano, delgado, de mi edad, quizá un poco más joven; leía la biografía de los Ramones que escribió el batería, Marky, una edición grandota, de tapa dura y ya desgastada... me hizo sonreír, la verdad, y me llamó la atención cómo la imagen que me había formado de él, en piloto automático y de reojo, cambió de repente


en fin, las cosas


todo bien por aquí

domingo, 16 de agosto de 2020

pues hace un par de días volví a ver a la señora que atiende a los gatos del barrio (aunque a ellos hace tiempo que no los veo); ya caía la noche y ella se afanaba entre los coches aparcados con su bolsita de pienso y sus cosas


me alegré, la verdad, y me acordé del tiempo-burbuja del confinamiento; en esos días, verla cada tarde (las tardes que acudía) era una forma de consuelo de la que no he sido consciente hasta ahora: imagino que, con el tiempo, iremos recordando cosas de las que entonces no nos dábamos cuenta, pero que de alguna forma fueron importantes 

sábado, 15 de agosto de 2020




Música para el fin de semana. Leyendo estos días a Jaime Hernández, uno de los muchos personajes secundarios intentaba convencer a Hopey de que se uniera a su banda con razones de peso: sus solos de guitarra  duraban tres segundos, y de las cuatro canciones que sabían tocar en condiciones, tres eran de Shonen Knife. Así que, mira, Shonen Knife.


Por lo demás, bien. Se agradece que las temperaturas hayan bajado, y que las noches sean ya vivibles. Avanzando despacio con algunas lecturas, viendo cosas chulas... de relax, mayormente. Y con la mosca detrás de la oreja con respecto al cariz que las cosas epidémicas van tomando ahí fuera. Yo no sé qué va a pasar en un mes, ni sé cómo vamos a remontar cuando empiecen a llegar gripes y resfriados.


En fin, eso. Que no sé. (Así, en general.)


Días tranquilos (y con mascarilla) en el edificio Baxter.



martes, 11 de agosto de 2020

pues hoy he visto el documental sobre Ursula K LeGuin (está en Filmin) y ha estado lloviendo todo el día; ahora hace fresquito, de hecho


así que soy un poco más feliz



sábado, 8 de agosto de 2020





Música para el fin de semana. Diet Cig ya han pasado por aquí antes, pero no está de más volverlos a traer, porque son una inyección de vitalidad que buena falta hace, con la que está cayendo.


La semana ha tenido sus momentos buenos: buenas noticias de M, la visita de la Chica Pelirroja. Sus momentos raros, con la curva de contagios creciendo. Sus momentos de sacadme de aquí, por la calor. Pero ya pasó, entramos en periodo de vacaciones (aunque sean caseras) y habrá rutinas o ritmos que cambien, aunque lo principal va a ser no mirar el reloj para calcular la hora de cocinar, comer y marchar a la carrera al trabajo. Que no es poco.


Así que, yo qué sé. Igual nos vemos más por aquí.


Días tranquilos, anyway, en el edificio Baxter.  

viernes, 7 de agosto de 2020

 pues he pasado esta mañana por delante de una tienda que se llama Al mal tiempo botas rojas, y me ha venido a la cabeza Lupita, claro; una Lupita confinada, o desconfinada ya, con mascarilla estampada (roja, a juego con las botas)

en fin, mis cosas

sábado, 1 de agosto de 2020



Música para el fin de semana. Lucie Too aparecieron ya en enero por aquí, pero mira, hacen el tipo de cosa que me da la vida.

En fin, nada. Que llegó agosto. Con su ola de calor, como corresponde. Con su escalada de contagios. Con su sensación de incertidumbre.

Por suerte, este verano tenemos algunos oasis donde parar y refrescarnos un poquito. La OLA de Carmen Pacheco, sin ir más lejos. O las nuevas aventuras de Elena Cabrera, ya desconfinada pero aún desconfiada (y con razón).

Por lo demás, poca cosa. Seguiré dándolo todo en el Marco Incomparable unos días más, antes del autoconfinamiento vacacional. Y a ver cómo evoluciona el asunto ahí fuera.

Días tranquilos (de abanico y ventilador) en el edificio Baxter.




domingo, 26 de julio de 2020

tres cositas, tres:

he encontrado en un cajón un puñado de fotos que llevaban ahí desde la noche de los tiempos y qué risa, pero también qué sensación rara de extrañeza, como si fueran de otro mundo, fotogramas de una película que no recuerdo haber visto

he encontrado también algunas hormigas en la cocina

he decidido que, en realidad, estamos todos más guapos con mascarilla; creo que no deberíamos dejar de llevarla ya nunca

sábado, 25 de julio de 2020




Música para el fin de semana. Esta fiera se llama Emma Ruth Rundle, y llegué a ella hace unas semanas gracias a una recomendación de Octavio B, secundada por Álvaro Ortiz. Esta grabación es maravillosa (y, además, me declaro superfan del bajista, que es un poco la versión trendy del primo Cosa de los Addams).

Avanza el verano, suben las temperaturas y las ganas de volver a confinarse, pero en el frigorífico. A mí se me acumulan las lecturas, y eso que, como solamente me muevo para ir a trabajar, apenas he pasado un par de veces por una librería en lo que va de neonormalidad, así que voy con doble retraso, porque de novedades estoy muy cojo; pero algo me va llegando. En general, estoy instalado en una especie de piloto automático y me voy dejando llevar.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


sábado, 18 de julio de 2020






Música para el fin de semana. Siguen publicándose vídeos rodados durante el confinamiento. En realidad, se parecen todos un poco, y lo que cuenta es la intención. Y las canciones, claro.  Los últimos que he visto, y que me gustan, son de las Hinds y de Paul Heaton&Jacqui Abbott. Para alegrar un sábado que, al menos por aquí, parece bastante despejado de gente.

Por lo demás, el cuerpo me sigue pidiendo ciencia ficción en el apartado de lecturas (y debe ser que hay por ahí dentro un mecanismo que se puso en marcha en cuanto que reconoció el escenario postapocalíptico), así que voy recuperando títulos que tenía en espera desde hace tiempo.

Y me pasa, además, una cosa un poco rara. O no, yo qué sé. Y es que empiezo a no reconocer a la gente cuando se quita la mascarilla. No a las personas más cercanas, a ver. Pero sí a las amigas, a los compañeros de trabajo, al vecindario. Si por lo que sea se quitan la mascarilla (para tomarse la caña, para beber agua, para echar un cigarro), hay un momento en que no reconozco ese rostro, esa boca. No sé. Raro, sí.


De rebrotes y demás, mejor hablamos mañana. Aunque ya adelanto que igual sería buena idea adelantarse un algo e ir comprando papel higiénico, que luego ya sabéis cómo se pone el personal con eso.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

lunes, 13 de julio de 2020

pues venía a decir que ayer cerró la Semana Negra de Gijón su edición de este año, y mañana abre en 
Avilés el festival Celsius 232 la suya, que cuenta con un cartel chulísimo de Germán García



y que mira, qué envidia... 

sábado, 11 de julio de 2020




Música para el fin de semana: Sonic Youth. Que no sé si vendrá a cuento, pero si esto no te revive, pues mira, yo qué sé: sube el volumen, que igual lo estás escuchando muy bajito y así no.

Pues seguimos mirando pasar la vida desde el balcón, con independencia de lo nueva que sea la normalidad. Con escepticismo, con asombro. Con alarma, a ratos. Y ahora resulta que si los brotes "controlados", que si las elecciones. Rumores que corren como la pólvora por ahí (en septiembre nos confinan otra vez, fijo, que me lo ha dicho una, que se lo dijo una amiga suya que está en el ejército y lo sabe de buena tinta). Circo.

Y aquí andamos.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


domingo, 5 de julio de 2020



pues la Semana Negra de este año tiene pinta de ser tan rara como corresponde a esta nueva normalidad, con una curiosa mezcla de cosa presencial y tanteos virtuales que, desde aquí lejos, parece muy estimulante; eso sí, los ingredientes principales no han cambiado: literatura, poseía, historieta, cachopos y un equipo invencible lleno de buena gente 

se mantiene, también, la edición de A Quemarropa (se pueden descargar aquí a diario)


ojo a su web, que es fundamental para no perderse nada


ojalá estar allí... 

sábado, 4 de julio de 2020




Música par el fin de semana. A esta gente de nombre rarísimo (Khruangbin) los recomienda con fervor Diego Manrique, y suenan tan pulcros, tan medidos y tan como a película de otro tiempo que, bueno, bien.

Poco nuevo que contar. Todo va acelerándose, lento pero seguro. El otro día pasé por el centro para una cosa y me paré a comer un montado de lomo con una cerveza en un bareto de los que solía frecuentar antes de, y oye, me supo a gloria; a pesar de la sensación un poco alarmante de quitarme la mascarilla fuera de casa. Y así todo.

Estuvimos viendo estos días pasados Upload, ciencia ficción domesticada, por así decir, sobre la vida después de la muerte en modo digital, más inteligente y con más mordiente de lo que parece. Y con mucho humor, cosa de la que carece lo otro que hemos visto recientemente, la tercera temporada (y última, parece) de Dark, serie alemana de bucles temporales y universos paralelos con personajes que se duchan poco y se ríen menos, un poco demasiado solemne pero en general muy bien. Ahora estamos con Warrior Nun, que está resultando menos chispeante de lo que esperaba, la verdad.

Poca novedad más.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

martes, 30 de junio de 2020

la cosa es que se acaba el mes, estamos ya en pleno (y crudo) verano y mi cabeza todavía está pataleando para hacerse a la idea y asimilar un paréntesis de tres meses que es como un triple salto mortal, y menos mal que, al menos, hemos caído de pie

no se lo contéis a nadie, pero a día de hoy sigo sin tener nada claro el asunto de la reuniones sociales, la terracita o la sobremesa en grupo, y ya bastante tengo con usar el transporte público a diario; el chorreo de rebrotes "controlados", la movilidad, la apertura de fronteras... yo qué sé, hay que arrancar y en eso estamos, pero el abuelo desconfiado que vive dentro de mí no deja de levantar la ceja

sábado, 27 de junio de 2020






Música para el fin de semana. Estas chavalas se llaman Lisasinson (que ya les da puntos) y ni confirmo ni desmiento que lo tengan todo para ser mi nuevo crush.

Por lo demás, poca cosa. Los días pasan y el mes de junio está ya a punto de caducar. Y ya estamos en pleno verano, un verano que este año ha llegado casi a traición, después de una primavera entre paréntesis. (Y, con el verano y la nueva normalidad, ha llegado también algo que NO echaba para nada de menos: el bar de enfrente y sus alegres parroquianos amontonados en la acera a cualquier hora.)

Días tranquilos en el edificio Baxter.

miércoles, 24 de junio de 2020

el verano, la calor y la pereza vienen de la mano, así que la nueva normalidad solamente añade un poco de extrañeza al cóctel 

(y un poco de prevención, también, reflejos que se nos quedan: evitar los grupos, mirar mal a quien no lleva mascarilla, alergia a los espacios interiores)



sábado, 20 de junio de 2020




Música para el fin de semana. Jonathan Richman y Andrew Bird, sentados, charlan, tocan, cantan. No se me ocurre mejor manera de empezar el verano y eso que llaman, como en una distopía añeja, 'nueva normalidad'.

Por lo demás, con el verano llega la calor. Y llega con ganas de quedarse, parece.

Y con la 'nueva normalidad' llega, después de estos días de adaptación, la nueva rutina. Y vuelvo a recuperar las ganas de leer (ciencia ficción es lo que me pide el cuerpo ahora, vete a saber por qué), aunque todavía no me animo a entrar en librerías así, a la aventura. Todo llegará.

Días tranquilos, en fin, en el edificio Baxter.

martes, 16 de junio de 2020

es curioso cómo vamos asumiendo el mundo mascarilla, cómo la alarma salta cuando ves a alguien sin ella, o que la lleva mal puesta, pero la invisibilizas al hablar con quien sí la lleva, e incluso, si después recuerdas la conversación, la imaginas sin ella

o igual me pasa sólo a mí, no sé


por lo demás, estos días siguen siendo de reencuentro, de volver a ver a la gente y recuperar caras (más bien miradas, que son tan importantes) y voces y cercanías

sábado, 13 de junio de 2020










Música para el fin de semana. Esta chica es griega y se llama Nalyssa Green, y canta así de bonito. (Me la ha descubierto en primicia rigurosa mi amiga Mer, ¡Gracias!)

Semana de encuentros y reencuentros. Vuelta al trabajo, rutinas tuneadas y qué difícil ver a alguna gente y no poder abrazar. También, primera visita a una librería (algún tebeo que llevaba este tiempo queriendo leer, alguna novedad). Todo, como visto desde una ventana, sin terminar de asimilarlo como cotidiano. Será cosa de hacerse a ello, claro.

Por lo demás, poca cosa. Días raros, fríos. Terminamos de ver Battlestar Galactica, que he disfrutado mucho (y no sé qué le pasa a la gente con la última temporada, qué empeño, qué pesados). Y sigo con la relectura, a ritmo lento, de las LOCAS de Jaime Hernández.

Días tranquilos en el edificio Baxter. 

martes, 9 de junio de 2020

pues muy bien todo por el Marco Incomparable, ayer

primero, los reencuentros, claro, y luego lo demás: aforo limitadísimo para un recorrido muy seleccionado y en general muy satisfactorio, creo; silencio en las salas, algo que hacía muchos años que no ocurría; la sensación de que la mayor parte de la gente ahora viene a mirar, a contemplar, y no a cubrir expediente o a sacarse la foto de rigor 

 en el otro platillo de la balanza, la extrañeza de moverse con precauciones, las mascarillas, las pantallas faciales tan Aviador Dro (y que, pese a ser muy fan, you know, no me pongo, y menos mal, porque son incomodísimas; los mostradores están tuneados para que no haga falta llevarlas): hay como una atmósfera de provisionalidad y de sueño raro


así que bien, ya digo


además, es muy curioso cómo un algo hace click a la hora de salir de casa y ya todo va encarrilado en la recuperación de la rutina, metro, tren, fichar, ir y venir, saludar, qué tal todo, ¿en casa bien?, cuadrantes, libranzas, cubrir huecos, hay que mirar las vacaciones; casi todo en automático ya, como si no hubiera habido un paréntesis de casi tres meses


en fin, que la nueva normalidad, en el museo, se parece bastante a la de antes, pero con disfraces de superhéroe cutre y con menos jaleo


lunes, 8 de junio de 2020

toca fase 2, y toca volver al trabajo: después de casi tres meses de reloj, que se dice pronto, y que han pasado como un rayo, aunque la sensación que dejan es de llevar aquí media vida

por si acaso, el día se despierta gris y con cara de lluvia, aunque imagino que se irá despejando


está todo preparado: camisa limpia, la ficha de fichar y el libro de leer; y la mascarilla, claro... strange days

sábado, 6 de junio de 2020




Música par el fin de semana. Que Airbag tengan canción nueva es siempre una buena noticia, estemos en la fase que estemos.

Pues nada, que la cuenta atrás termina. Hoy abre el Marco Incomparable, con entrada gratuita, aforo limitado y las medidas ya previsibles: mascarillas y gel hidroalcohólico, distancia de seguridad, nada de grupos... you know. (A mí me ha tocado la lotería y hasta el lunes no me incorporo, pero vamos, que ya está, se acabó lo del síndrome de la cabaña, que en mi caso es más bien del sofá.)

Por lo demás, poca cosa. Habrá que hacerse a nuevo horario, comer antes, olvidarse de la siesta (ay). Nueva rutina.

Lo bueno: reencuentros. Eso siempre es bien.


Y ya estaría. Días (todavía) tranquilos en el edificio Baxter.

jueves, 4 de junio de 2020

pues ha habido que ir a hacerse el test seronosequé para poder volver al trabajo y este primer viaje en metro ha sido rarísimo, pero he podido leer la mayor parte del tiempo, así que bien

allí he visto alguna cara conocida (con mascarilla y todo), he saludado, hemos hecho la tontería esa de los coditos y vaya, bien, lo de la vuelta se me va haciendo menos cuesta arriba conforme pasan los días


y en otro orden de cosas, mundo mascarilla: una de las cosas que peor llevo es no poder sonreír a los perrillos y a los bebés, que siempre me pone de buen humor...




domingo, 31 de mayo de 2020



pues ha llovido esta tarde, un tormentón con mucho aparato sonoro, y yo he empezado a releer a las Locas de Jaime Hernández, que es una cosa que llevaba tiempo queriendo hacer pero sin decidirme, y mira, yo creo que qué mejor momento, y además no se me ocurre mejor compañía que la de Hopey y Maggie para volver a la calle y a la vida en el exterior


en la calle, esta mañana, he vuelto a fijarme en la cantidad de gente que lleva la mascarilla mal puesta; los que llevan la nariz al aire, los que llevan la parte de color hacia dentro (a ver, que tan difícil no es)... me llama mucho la atención, no sé, no lo entiendo y además me pone un poco nervioso


y qué más

pues poca cosa

sábado, 30 de mayo de 2020






Música para el fin de semana de fase 1. Se llaman The explorers club, suenan a mañana de primavera y llego a ellos gracias a Parade, cantautor de cabecera en esta casa.

Nada, lo previsible. Que ya hace calor, que hay cada día más gente en la calle. Que las cosas se ponen en marcha, no sé si más deprisa de lo que sería deseable. Aquí aún no salimos más que a lo indispensable, y ni librerías ni terracitas. En unos días ya tocará bajar al metro y volver a la rutina de antes (que no será la misma, habrá que construir una nueva incorporando cautelas y prevenciones como de ciencia ficción), y entonces ya sí.

Por lo demás, poca cosa.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 29 de mayo de 2020

pues hoy ya no ha salido nadie a aplaudir (bueno, alguna palmada se escuchaba muy a lo lejos)

la calle está llena de gente y hay cola en el supermercado

miércoles, 27 de mayo de 2020

ayer fuimos a ver a mis padres y qué raro se me hizo estar todos sentados lejos, como enfadaos; pero bien, mira, volvimos a casa de buen humor (nos reímos bastante, debo decir) y a tiempo del aplauso


hoy he hecho un arroz con pollo que me ha quedado bastante razonable gracias a un par de trucos que he aprendido en youtube (porque mi vida está siendo cada vez más un monear en internet viendo recetas), he visto el nuevo vídeo de TER, que es una fantasía, claro, y hace un ratín me ha llegado por dos vías diferentes la noticia de que el Marco Incomparable abriría (yo el condicional lo dejo ahí puesto, no vaya a ser) el próximo día 6, sábado


y en esas estamos por aquí

martes, 26 de mayo de 2020

el tiempo pasa bien rápido

hace un año ya de lo de mi hermano

no conoció a Baby Yoda (y le hubiera encantado)

también se ha perdido este apocalipsis cutre de mascarillas y cacerolas

(lo que nos hubiéramos reído haciendo chistes de Mad Max)



!!!!!



(Mutts, by Parick MacDonnell)

sábado, 23 de mayo de 2020




Música para el fin de semana. Sé que soy muy mayor para esto, pero por alguna razón esta fantasía de Mueveloreina y María 'Cariño' me pone de buen humor.

Por lo demás, calor, solazo y moscas. (Y nazis, a poco que te descuides. Nos está quedando un 2020 precioso.)


Bueno, y fase 1 desde el lunes, ahí es nada. Madre mía, las terracitas. Qué miedito.


En fin, eso. Días tranquilos en el edificio Baxter.


viernes, 22 de mayo de 2020

setenta días después, el tiempo pasa sin sentir y hay una sensación como de limbo, de realidad en stand by, al ralentí; pero hoy hay ya fecha (provisional) de vuelta al trabajo y un reloj interno se pone en marcha, y ya todo va a ser cuenta atrás, me parece



jueves, 21 de mayo de 2020

no sé si en algún momento he dicho, al principio del confinamiento, que echaba de menos el ruido en mi calle, no me voy a poner a repasar ahora, pero sí que recuerdo haberlo pensado alguna vez, aunque no muy en serio

vale, YA NO

estos días vuelve a haber jaleo de tráfico, la obra del mercado de enfrente se ha reactivado, hay cada vez más gente que va y viene... eso, que ahora lo que extraño es ese silencio raro que tanto me llamaba la atención


hablando de ruidos, por aquí se escuchan unas pocas cacerolas; más enérgicas que los aplausos, me temo, que en mi lado de calle casi han desaparecido: aplaudimos muy poquitos ya, aunque un poco más arriba sí se sigue oyendo el jaleo de los primeros días


por lo demás, qué calor ya, ¿no?




lunes, 18 de mayo de 2020

ME REPRESENTA




esta mañana el sol calienta ya lo suyo, y durante el paseíto hemos visto más gente, más movimiento; también, un ambiente más vivo y no sé si decir que optimista, como de ponerse en marcha las cosas

hemos comprado melocotones y judías verdes; no había cerezas

domingo, 17 de mayo de 2020






Pues más música para el fin de semana, que es domingo y brilla el sol. Dos canciones nuevas de Cariño y Mourn para celebrarlo. 

Y sí: días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 16 de mayo de 2020








Más música para el fin de semana. Como una cosa lleva a la otra, Youtube me recomienda alguna cosa más de Young Marble Giants, y a ver quién soy yo para llevarle la contraria al algoritmo. Enjoy!

(Por lo demás, después de las lluvias de ayer hoy parece que el día promete solecito. Todo OK.)

viernes, 15 de mayo de 2020




Música para el fin de semana (que por aquí es largo). Trasteando en la red, a lo tonto, he encontrado una mina de oro: una especie de repositorio de yutubos de las Peel Sessions (en realidad, un listado de enlaces, pero oye, llenito de joyas). Lo primero que he ido a escuchar es esta maravilla de Young Marble Giants, porque su único disco es, a lo mejor, el que más veces he escuchado en mi vida, o casi. (Y lo que queda, porque no me canso de él.)

Pues eso. Que muy bien todo por aquí. Que estos días está lloviendo un poco. Que no me acabo de acostumbrar a la mascarilla. Que voy recuperando ritmo de lectura, aunque muy despacio todavía. Que a ver si luego compro rosquillas (y si no, mañana). Que me llegó un Linus dedicado a Stephen King. Ahí lo tengo, en la terraza. En cuarentena.

Del Marco Incomparable me llega alguna noticia. Parece que están ya instalando las mamparas de rigor. No hay fecha de apertura aún, pero no creo que se demore mucho. Junio, diría. (Personalmente, no veo la necesidad de abrir antes de julio, pero yo qué sabré de estas cosas.)


Y poco más, por hoy. Días tranquilos en el edificio Baxter. 

martes, 12 de mayo de 2020

esta mañana he ido a la peluquería, que pedí hora ayer, y he salido de ahí más ligero (y más bonito que un sanluis), pero también os digo que la combinación de navaja, patillas y mascarilla tiene su miga


y, por no salir del tema mascarilla, esta mañana pensaba en la cantidad de veces que hemos leído historias más o menos ciberpunkis en las que los personajes las llevan puestas de manera habitual, y qué raro se hace esta normalización de un escenario tan CF: ¡vivimos en una novela postapocalíptica y ni nos damos cuenta!!

lunes, 11 de mayo de 2020

pues el caso es que la mascarilla tiene su rollo sexy, no me digáis que no; lo hablaba Elena Cabrera el otro día (con mucho tino) en una entrada de su diario de cuarentena

(pero claro, luego uno sale a la calle con las orejas de soplillo y las gafas medio empañadas todo el rato y como que se pierde cualquier sombra de glamour)


yo qué sé, en pensar estas cosas se me va el tiempo estos días


por lo demás, seguimos con nuestro ciclo Ghibli particular; la verdad, había olvidado casi todo de la mayoría de las películas que hemos ido viendo

hoy le ha tocado a Ponyo, y qué maravilla; y lo de Chihiro, Mononoke y El castillo ambulante es abrumador

Laputa, por su parte, conserva toda su magia, sigue teniendo algo especial


domingo, 10 de mayo de 2020

me hace mucha gracia ver a gente que se para en medio de la calzada para charlar con otra gente acodada en el balcón, qué tal todo, estáis todos bien; hay una cosa ahí de familiaridad que me pone de  muy buen humor


por lo demás, los días pasan volando y se resumen en salir al paseíto después del desayuno, comprar, algo de lectura, escuchar música, hacer la comida, ver una peli, trastear un rato en internet hasta la hora de hacer la cena, ver después alguna serie, irse a dormir... que es como un adelanto de lo que va a ser mi vida de jubilado, supongo (ojalá)


que las cosas se van poniendo en marcha, por mucho que sea al ralentí, se nota en que van llegando cosas al buzón; también, en que empieza a hablarse de cómo volver a abrir los museos


sábado, 9 de mayo de 2020




Música para el fin de semana. Hoy, la Flecha de Carmen Pacheco venía con esta maravilla de canción de Gino Paoli. Enjoy!

(Bajo corriendo a por el pan, que parece que ahora no hay cola.)


Días tranquilos en el edificio Baxter.


miércoles, 6 de mayo de 2020

pues el risotto que hice ayer me quedó bastante rico, y hoy he comprado un par de torrijas de postre; hay que cuidarse


Ghibli: a Nausicaä se le notan los años (y qué banda sonora, madre mía, no me acordaba); Kiki es maravillosa, y ver Totoro es la felicidad


ahora sí que se puede hablar de primavera: hello, alergia


con lo de los paseos matinales he vuelto al quiosco y a la prensa de papel: qué gusto, volver a pasar las páginas

lunes, 4 de mayo de 2020

pues me entero del cierre de Rockdelux, que es una revista que he seguido de manera intermitente durante muchos años, y he echado un ojo a los titulares de los periódicos, madre mía...pero he visto un pato mientras paseaba esta mañana aquí mismo, al lado de casa, y para nada me voy a desanimar, que lo sepáis