Martes, 23. Día de rosas, libros y dragones.
Rosas. En mi balcón, empiezan a dar señales de vida.
Libros. Pues hago una lista sobre la marcha: cosas que he leído en las últimas semanas (o tengo intención de leer en las próximas).
Otra novelita rusa, de Gonzalo Maier. En Minúscula. (Amo a este hombre.)
Cambiar de idea, de Aixa de la Cruz. En Caballo de Troya. (Cada cosa suya que leído me ha gustado más que la anterior, y esta es un doble salto mortal sin red.)
La noche fenomenal, de Javier Pérez Andújar. En Anagrama. (Pérez Andújar es mi espíritu animal.)
Tierra de mujeres, de María Sánchez. En Seix Barral. (Impecable el cruce de reflexión, memoria y laboratorio de ideas.)
El joven Alberto, de Yves Chaland. En Dibbuks. (Porque Chaland es Chaland, y Albertito su profeta.)
Diario de un ingenuo, de Émile Bravo. En Dibbuks también. (El 'año uno' de Spirou, una joya que en los próximos meses tendrá continuidad: atentos.)
La guerra de Alan, de Emmanuel Guibert. En Salamandra Graphic. (La serie sobre los recuerdos de Alan es seguramente lo mejor que Guibert ha hecho nunca, un work in progress apasionante.)
Universo!, de Albert Monteys. En Astiberri. (Ciencia-Ficción de la buena, con todo el talento de un Monteys que nunca ha estado en mejor forma. Brutal. Deslumbrante.)
Y dragones.
Mi amiga
Esther Vázquez se lió la manta a la cabeza y, con apoyo gráfico del también amigo y compinche
Víctor Rivas, se ha lanzado a la aventura con
Defensores de dragones. (¡Mucha suerte ahí, compañera!)
Y eso.
Feliz Sant Jordi.