lunes, 29 de abril de 2019

Pues es lunes, the day after. Y mira, bien. Bastante contento de cómo salió la cosa (aunque tanta gente votando nazi me da un poco de bajona, la verdad). Riéndome de antemano de los previsibles balones fuera de indas, marhuendas y demás. 

Y como escuchar a estas chicas me hace feliz, pues nada, llorando en vespino.

Dale.





sábado, 27 de abril de 2019




Música para la jornada de reflexión. Aviador Dro y sus Obreros Especializados, que cumplen años. (De ellos me viene siempre a la cabeza ese verso de otra canción: borraremos tu sonrisa a martillazos. En especial viendo estos días algunas sonrisas en la televisión, en la propaganda electoral.)

Eso. La semana ha sido larga, rara, con lluvias y con huracanes y con mucha incertidumbre, pero hoy se habla de mañana, porque la cosa está regular y hay que votar. Aunque sea a la contra; como casi siempre, pero con más razones. Que luego todo son lágrimas.

Días inquietos en el edificio Baxter.


martes, 23 de abril de 2019

Martes, 23. Día de rosas, libros y dragones.

Rosas. En mi balcón, empiezan a dar señales de vida.


Libros. Pues hago una lista sobre la marcha: cosas que he leído en las últimas semanas (o tengo intención de leer en las próximas). 

Otra novelita rusa, de Gonzalo Maier. En Minúscula. (Amo a este hombre.)

Cambiar de idea, de Aixa de la Cruz. En Caballo de Troya. (Cada cosa suya que leído me ha gustado más que la anterior, y esta es un doble salto mortal sin red.) 

La noche fenomenal, de Javier Pérez Andújar. En Anagrama. (Pérez Andújar es mi espíritu animal.)

Tierra de mujeres, de María Sánchez. En Seix Barral. (Impecable el cruce de reflexión, memoria y laboratorio de ideas.)

El joven Alberto, de Yves Chaland. En Dibbuks. (Porque Chaland es Chaland, y Albertito su profeta.)

Diario de un ingenuo, de Émile Bravo. En Dibbuks también. (El 'año uno' de Spirou, una joya que en los próximos meses tendrá continuidad: atentos.)

La guerra de Alan, de Emmanuel Guibert. En Salamandra Graphic. (La serie sobre los recuerdos de Alan es seguramente lo mejor que Guibert ha hecho nunca, un work in progress apasionante.)

Universo!, de Albert Monteys. En Astiberri. (Ciencia-Ficción de la buena, con todo el talento de un Monteys que nunca ha estado en mejor forma. Brutal. Deslumbrante.)


Y dragones. 

Mi amiga Esther Vázquez se lió la manta a la cabeza y, con apoyo gráfico del también amigo y compinche Víctor Rivas, se ha lanzado a la aventura con Defensores de dragones. (¡Mucha suerte ahí, compañera!)


Y eso.

Feliz Sant Jordi.

domingo, 21 de abril de 2019

Buenos, pues cosas que he visto estos días pasados.

The Umbrella Academy, adaptación de un tebeo que no he leído. En general me ha gustado bastante, aunque me parece que se resiente del 'estilo Netflix': alargar y ralentizar un poco porque sí. Le hubiera venido bien, a mi juicio, más velocidad y algo más de locura para no diluir un argumento de por sí muy loco. Yo he pensado todo el rato en la Doom Patrol de Morrison, y eso es bueno. Muy bien por los actores, y muy muy bien para la selección musical.

Russian Doll, que viene a ser una relectura rara de Atrapado en el tiempo. Cuesta un poquito entrar, o a mí me costó. Ayuda, eso sí, que sean episodios cortos. (Una vez dentro, es adictiva y no deja de sorprender, y eso muy bien.) Hace cosas muy interesantes a la hora de trenzar las diferentes líneas narrativas, y los personajes tienen mucha gracia. Además, tremenda la selección de canciones.


Seth's Dominion. Esto es un documental muy chulo, con sus extras, que se publicó hace ya un tiempo pero que he visto ahora porque llego tarde a casi todo (y porque los precios). La edición es muy cuqui, llena de detalles y, sobre todo, con un montón de fotos, en plan álbum de familia. (Algunas son impagables.) A destacar alguna cosilla que me ha hecho especial gracia: Seth diciendo que detesta el término Graphic Novel, aunque ahora ya se ha acostumbrado a utilizarlo, y más tarde en la misma charla explicando que el medio, los tebeos, le parece el ideal para contar historias íntimas y reflexivas. También, que él entiende el cómic como algo un poco a medio camino de la poesía y el diseño gráfico.

Y eso.

Por lo demás, todo bien.

Se acerca Sant Jordi, y a ver si me acuerdo de dejar aquí la invevitable lista de lecturas regalables (que normalmente improviso el mismo día y no creo que este año sea diferente).

sábado, 20 de abril de 2019




Música para el fin de semana. Ni soy de James Blake ni tampoco de Rosalía, pero yo qué sé, esto me ha gustado mucho. Por lo demás, mira, Semana Santa lluviosa y el Marco Incomparable hasta la bandera de gente, as usual.

Mañana, más cosas, que ahora me da pereza.

sábado, 13 de abril de 2019



Música para el fin de semana de Marco Incomparable. Estas chicas se llaman 5.6.7.8's y tuvieron su subidón de fama (relativa) gracias a Tarantino. (Este video es que me da la vida.)

Cosas que me ponen de buen humor: Salamandra Graphic ha publicado el tomo de La guerra de Alan, de Guibert, y anuncian para mayo el integral de Ventiladores Clay, de Seth. Esto de decir que algo es "obligatorio" no me gusta nada (aunque en su momento, hace ya muchos años, también yo caí en ello, y mucho), pero es que estos dos libros son básicos para entender la evolución reciente del cómic. Y son, además, lecturas apasionantes.


Más cosas que me ponen de buen humor: se puede adquirir ya el anuario que edita la gente de Jot Down en crossover con la ACDCómic. (Ahí hay tres textos míos, breves pero intensos.)


Más cosas que me ponen de buen humor: lo del agujero negro, del que ya todo el mundo ha compartido un millón de memes. (Aquí, un hilo de twitter bien informado.)

Y bueno, poco más.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 6 de abril de 2019




Música para el fin de semana. Esta gente es chilena, y mira, con esta versión se han ganado un sitio en mi corazón. (Más canciones, aquí.) 

Por lo demás, este fin de semana se celebra el Salón de Barcelona, que este año se llama Comic Barcelona 37. Y, con independencia de debates de orientación y público objetivo, me importa señalar que el premio a la mejor obra lo ha recibido el señor Monteys por su Universo, que primero fue digital y después libraco de relumbrón, pero que es, en cualquier caso, una obra maravillosa. Conste que yo soy más bien #teamBlackHoles, pero lo de Monteys me alegra por muchas razones: porque supone un reconocimiento a su carrera, que es muy larga, porque reconoce el riesgo y el doble salto mortal que supuso para él, porque es ciencia ficción fetén, y eso me pone de buen humor.


Además, se ha hecho público el informe anual de Tebeosfera sobre el estado de la industria del tebeo (aquí). Y se ha publicado el nuevo anuario de Jot Down & ACDCómic (en el que vuelvo a colaborar, en buena compañía).


Y poco más.

Días tranquilos (y lluviosos) en el edificio Baxter.