sábado, 27 de agosto de 2022

 Música para el fin de semana. Hoy me levanto un poco así, con  ganas de Battiato y de otoño.

La semana bien, gracias. Calor otra vez, casi aburre decirlo. Tardes de pantalla: tercera temporada de The Split (qué bien todo y qué llorera, madre mía, qué gusto), primera de Severance (patas arriba me ha dejado). También, los primeros episodios de la cuarta de Lo que hacemos en las sombras, que nace ya muerta (ejem) pero aún se agarra a unos personajes irresistibles y a un delirio sanísimo.

Poca cosa más. Pasan los días y las ganas de volver al trabajo no llegan, por lo que sea. (El día de vuelta sí que va a llegar, está ahí mismo. Bah.) 

Días tranquilos en el edificio Baxter.


(Bola extra: un poco Astrud también me estoy levantando estos días.)


sábado, 20 de agosto de 2022


Música para el fin de semana. Me gusta volver a Metaluna de cuando en cuando, de la mano de Parade y sus canciones. (En Metaluna se está mejor que en Madriz, fijo, ahora que viene otra vez la calor.)

Una semana de vacaciones gallegas y qué bien todo, ya está dicho.

Lecturas recientes: Los niños de la casa grande, de Ángela Porras, un cuento de terror rural que muy bien. (A la venta aquí por un eurito, hacedme el favor.) La piedra de la locura, de Benjamín Labatut. (Leí, y me gustó mucho, Un verdor terrible, y esto podría ser contenido extra de una próxima edición de coleccionista, no sé si me explico.) No me acuerdo de nada, de Nora Ephron, que es ligero, gracioso y afilado y se lee en un suspiro. Otoño, de Ali Smith, no lo he terminado aún, pero habiendo leído dos tercios puedo decir que me ha enamorado y ya estoy a la caza de sus demás libros.

Visionados: pues además del capítulo extra de The Sandman (qué bonito lo de los gatos, ¿verdad?), estamos viendo en casa Night Sky, una serie de ciencia ficción rarísima, que se cuece a fuego lento y está protagonizada por Sisssy Spacek y JKSimmons (tremendos los dos, qué gusto).

Poco más os cuento.

Días tranquilos en el edificio Baxter. 

viernes, 19 de agosto de 2022

los dibujos del líquen en el alféizar me hacían pensar en el Marte de la trilogía de Kim Stanley Robinson cada vez que me asomaba a la ventana del hotel, porque mi cabeza funciona así cada vez más a menudo: conexiones inesperadas, imágenes que se reflejan en otras imágenes (por ejemplo, en la exposición de Emma Ríos: unas viñetas pequeñitas y unas líneas que me llevan a las tintas sedosas y precisas de Alex Niño; cosas que me ponen de buen humor)

de vuelta de La Coruña, cansados pero contentos: una semana que se puede resumir en largos paseos, mucha y buena comida, lectura, siestas y, sí, también visitar el festival Viñetas desde el Atlántico, aunque en calidad de Invisible, lo que significa que nadie se dio cuenta

me gustaron en especial las expos de Borja González y de Mayte Alvarado (las páginas alineadas descubren ritmos internos que en el libro pasan desapercibidos); la de Emma también, ya está dicho, y la de Canales, que me pareció muy didáctica, bien pensada

(al hilo de esto: tengo problemas con las exposiciones sin originales; no entiendo la mera sucesión de reproducciones digitales, a no ser que haya un discurso, una reflexión, un afán de explicar algo, bocetos, ensayos, el making-of)

y poco más, ya digo: dormir, comer, pasear, leer, mirar (la gente, el mar, los perrillos)

es el segundo año que vamos, y no será el último


 

sábado, 6 de agosto de 2022


Música para el fin de semana. Esta canción de Bleached (Think of you) no me la he sacado de la cabeza en lo que va de semana, por lo que sea. Y tan ricamente, la verdad.

Llegaron las vacaciones, y de momento todo bien. En unos días marchamos al norte, en busca de frescor, relax y paseos al lado del mar. (También hay una cosa de tebeos a la que, por una vez y sin que estuviera planeado, llegamos a tiempo.)

Últimos visionados: pues nos merendamos en tres sesiones la nueva serie de Star Trek, y qué bien, qué cosa más bonita. Antes habíamos visto Paper Girls y también muy guay, aunque hay un par de episodios a lo mejor un poquito confusos que desmerecen del resto. Y, antes de eso, disfrutamos un montón con Irma Vep, que tiene casi todo lo que me gusta y dos o tres cosas más.

Últimas lecturas: La mujer enmascarada, de Elena Cabrera, que recopila el diario que fue publicando en ElDiario.es durante los primeros meses de pandemia. Qué sensación rara recuperar hoy ese tiempo, y qué bien lo reflejó Elena entonces, todas las dudas, los miedos, las emociones. Qué bien que el libro exista y fije todos todos esos recuerdos. (También: A prayer for the crown-shy, lo último de Becky Chambers, una maravilla que te deja buen cuerpo y mejor humor. La verdad, no sé si puedo querer más a Becky.)

Y mientras tanto sigue la calor, y ahora el sainete viene a cuento de las medidas de ahorro energético que se proponen y de un montón de gente que se lleva las manos a la cabeza porque no se enteran o no se quieren enterar, y parece que hay también una crisis porque hay escasez de cubitos de hielo (really?!) y yo ya no sé a qué esperamos para extinguirnos, en serio.

Días tranquilos en el edificio Baxter.