sábado, 31 de octubre de 2020


Música para Halloween. Trasteando esta mañana me he tropezado con esta maravilla: un instrumental dedicado a la Scary Godmother de Jill Thompson, que recuerda un poco al tema de cabecera de Los Munsters. Estas cosas me dan la vida.


Vaya semanita, ¿verdad? Madre mía. Lo peor de todo: la certeza de que estamos abocados, se ponga Ayuso como se ponga, a un confinamiento de los gordos. Que no será como el de primavera, claro (o eso quiero pensar). Porque sabemos más que antes y hay cosas que no vamos a repetir. Pero que será un de casa al trabajo y del trabajo a casa durante un tiempo, pero de verdad, con casi todo cerrado. Esto lo veo claro, y todo este marear la perdiz a ver si se salva la campaña de Navidad no va a hacer más que empeorar las cosas.

(Pero yo qué sé, ¿eh? Que yo aquí solo miro. Y, de vez en cuando, me llevo las manos a la cabeza, en modo boomer.)


En fin, nada. Días tranquilos en el edificio Baxter.


 

jueves, 29 de octubre de 2020

pues he salido de librerías, y me he vuelto a casa con alguna cosa que me apetecía (pero mucho menos de lo que me pide la bulimia de papel; otra vez será)

también, por la mañana, he hablado con algunas de las chicas de la diáspora (que están casi todas por ahí fuera, comiéndose el mundo): eso me pone siempre de buen humor

y me he cortado el pelo, también (que el confinamiento de primavera me pilló recién rapado y mira, mejor así; no vaya a ser)

seguimos de tranqui por aquí



martes, 27 de octubre de 2020

semana en casa, de relax; y como ha vuelto Julie a la tele, casi está siendo un deja vu del confinamiento de la primavera

y la famosa curva, disparada (up, up and away)





sábado, 24 de octubre de 2020




Música para el fin de semana. Ración doble de Sonic Youth, que siempre gusta, y más con este ambiente pochísimo de banderas y mascarillas.


La semana ha transcurrido entre el carnaval en las Cortes, el ruido de fondo del toque de queda sí-no-sí-pero-menos, la bandera gigante y la ola que no deja de crecer, y qué pereza todo si no fuera porque, bueno, nos va un poco la vida en ello.


(Nota a pie de obra: conversación escuchada ayer mismo entre gente ya adentrada en los treinta, que eso de la vacuna no lo ven, que ni ellos ni sus hijos se la van a poner, que eso es una cosa muy seria, que al fin y al cabo lo que te meten es el virus... y yo hace ya tiempo que no entiendo nada, pero no dejo de sorprenderme, así cómo vamos a salir del agujero.)


Por lo demás, todo bien. Hoy toca tortilla de patata, que mañana hay que trabajar y con algo habrá que llenar la tartera.


  Días tranquilos en el edificio Baxter.

lunes, 19 de octubre de 2020

en casa, del confinamiento nos ha quedado (entre otras cosillas) lo del paseo matinal, y lo hacemos a la hora que abren los colegios, así que siempre hay chavalería minúscula en la calle; eso y los perrillos, que también abundan, pues como que nos ponen de buen humor ya desde temprano, así que bien


y pasan los días y me voy confirmando en que el mundo mascarilla ha propiciado el retorno triunfal (y para bien, me parece) del eyeliner, sobe todo entre las más jóvenes; o a lo mejor es que me fijo más que antes, porque ahora tendemos a mirarnos más a los ojos



sábado, 17 de octubre de 2020


Música para el fin de semana. Ahora que el otoño empieza a enseñar los dientes, Eternal Summers. Que, mira, para un ratillo están bien.


Y la semana se ha pasado sin casi darme cuenta. De octubre hemos pasado ya el ecuador, ya mismo tenemos Halloween y noviembre, y las navidades se nos echan encima. (Y bien raras que van a ser, este año.) Y yo aquí, hablando del tiempo que pasa, como los abuelos.


Bueno, resumen. Por el Marco Incomparable, bien, gracias. En casa hemos visto el nuevo Perry Mason, que viene a ser un Año Uno, para entendernos, y tarda un poco en entrar en materia y agarrarte por las solapas, pero está todo tan bien hecho y los personajes funcionan tan bien que , chica, para cuándo más. Yo leí el nuevo libro de Jaime Martín, (Siempre tendremos 20 años, lo edita Norma), que me ha gustado mucho y hasta me ha hecho llorar un poquito. Y poca cosa más.


A ver si esta semana me animo y estoy un poco más locuaz por aquí.


Días tranquilos (y fríos) en el edificio Baxter.  

sábado, 10 de octubre de 2020


Música para el fin de semana largo y casero. Estos días he descubierto (llego tarde, como casi siempre) a Axolotes Mexicanos, y bueno, que me hacen gracia (aunque aquí la voz de la cantante pone a veces los pelos de punta, en fin; a cambio, los speech entre canciones son impagables).


Pues menuda semana, ¿eh? Distopía casposa genuina. Madre mía, la señora Ayuso, sus minions y el sinvergüenza del alcalde, ¡y los palmeros! Y, visto lo visto, esto no ha hecho más que empezar. (Insertar aquí cabecita amarilla pegándose un tiro en la sien.)


Eso, que todo mal ahí. En otro orden de cosas, el Marco Incomparable ha inaugurado expo nueva (que está muy bien, aunque todavía la tengo que mirar despacio). Hay menos público  que nunca, en general, aunque ahora se anima más en el horario de gratis que estos meses pasados.


Y poco más. A ver cómo va la cosa el finde. Permanezcan atentos a la pantalla. (¡Y cuidaos mucho!)


Días tranquilos (a ver si no) en el edificio Baxter.   

viernes, 9 de octubre de 2020

pues nada, ha sido salir del Marco Incomparable (a eso de las ocho) y empezar a sonar cacerolas, y ya luego el himno, claro...


madre mía, la pereza...

jueves, 8 de octubre de 2020

aprovechando el día libre, me he escapado al centro para comprar tebeos (que a estas alturas es casi lo único que me mueve a salir de casa más allá de la obligación), y qué sensación más rara he tenido de clandestinidad, oye



miércoles, 7 de octubre de 2020

pues nada, sofá nuevo, gafas nuevas, silla nueva para el ordenador, todo novedades para este otoño, cómo te quedas... que el próximo confinamiento nos pille preparados


en otro orden de cosas, hemos visto la primera temporada de Borgen y hombre, a ver, está bien y eso, pero no es para nada lo que me esperaba, se os va a todos la cabeza con esto; yo me sigo quedando con El ala oeste de la Casa Blanca, que viene a ser lo mismo, pero con sentido del espectáculo y mejores guiones


por lo demás, bien, gracias; vuelve el solecito

sábado, 3 de octubre de 2020





Música para el fin de semana. Estos días estoy escuchando mucho a Ben Watt, que fue la otra mitad de Everything But The Girl. (Pues sí, resulta que también me gusta escuchar cosas de adultos. De vez en cuando y sin abusar, eso sí. No sea que se me pegue algo.)


Y esta mañana no había nadie por la calle. Que es verdad que es sábado, y que hace frío (el otoño se ha estrenado con ganas), pero la sensación ha sido muy rara después de estos días de guerrilla institucional y bochorno. Como de ciudad de verdad cerrada.


Por lo demás, bueno, la vuelta al Marco Incomparable ha sido indolora, y además M por fin se ha reincorporado a la tripulación, así que muy bien.


Días tranquilos en el edificio Baxter.