viernes, 31 de enero de 2020

31

se acaba enero; recojo de Correos un libro de John Berger (Portraits: los de Verso Books acabarán conmigo); hace sol

en la calle, un gentío ordenadito y pulcro (muchas chavalas: pelo azul, pelo verde, doctor Martens); esta tarde toca no sé qué banda coreana, me parece

en el Marco Incomparable, estos días pasados, poco jaleo, reencuentros y algunas mascarillas (qué sensación rara, como de peli de zombis)

ayer hice empanadillas


días tranquilos en el edificio Baxter

domingo, 26 de enero de 2020

pues anoche me vi entera la gala de los Goya y no me aburrí 

no me había pasado nunca


(me alegró el premio al largo de animación, y me alegró más que se mencionara a Fermín Solís y su tebeo en los agradecimientos; de lo demás, me apetece ver La trinchera infinita, porque las películas anteriores de esos tres me gustaron mucho)

sábado, 25 de enero de 2020











Música para el fin de semana. Lucie, too. No se puede ser más cuqui.

Por lo demás, esta semana, con viaje y todo, me ha dado tiempo a ver una cosa con David Lynch y un mono, y una peli de animación que me ha sorprendido mucho: ¿Dónde está mi cuerpo? Todo muy disfrutable, la verdad.


Ya de vuelta: días lluviosos en el edificio Baxter.


viernes, 24 de enero de 2020

hacía tanto tiempo que no iba, que casi se me había olvidado lo mucho que me gusta Londres

de vuelta ya

esta noche he soñado con el Marco Incomparable: iba de camino a la primera planta pero no llegaba nunca, todo eran peripecias en las salas, incluido un placaje a una señora que echaba a correr en la zona de Zurbarán


sábado, 18 de enero de 2020





Música para el fin de semana. Tropecé ayer con esta grabación en vivo de Pizzicato Five que me dio la vida, así que todo bien y monamuru Tokio. Por lo demás, enero corre que se las pela, he vuelto a ver gorriones en el balcón y todavía estoy de vacaciones.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 17 de enero de 2020

2019 fue también año de escritoras. (Y de género: mucha CF, sobre todo.)  


Mariana Enríquez y Mary Robinette Kowal. Becky Chambers y Charlie Jane Anders. Tracey Thorn (sí, también ella). Nnedi Okorafor

Belén Bermejo publicó un libro maravilloso de fotografías, Microgeografías de Madrid.

Luna Miguel y El coloquilo de las perras, pero también su trabajo como editora invitada (al alimón con Antonio J Rodríguez) en Caballo de Troya.

Elisa Victoria, María Sánchez. ¡Pilar Pedraza!



(Escritores, también: Javier Pérez Andújar, Gonzalo Maier.)


  
En fin, la lista. Que ya toca.

Hacer un listado de lo mejor del año en que se han publicado libros como Ventiladores Clay, Rusty Brown y ¿Es así como me ves? (Seth, Ware, Jaime Hernández, menuda baraja) es casi un ejercicio de rellenar huecos por compromiso, porque solo esos tres títulos justifican ya los doce meses de lecturas. Pero ha habido más cosas que merecen la pena, claro que sí. Alguna sorpresa, también.

Eleanor Davies, Tillie Walden, Emily Carroll. Émile Bravo, Tadao Tsuge. Martín López Lam, Calo, Sole Otero, Aroha Travé, Anabel Colazo. Roberto Massó, a su bola. Javi de Castro, en la red.

El marido de mi hermano y La cantina de media noche: Tokio stories.

Laura Dean me ha vuelto a dejar


Y cien cosas que se me habrán olvidado o que no he leído, porque no hay tiempo ni hay espacio ya para guardar más y hay que priorizar y elegir.




lunes, 13 de enero de 2020

yo me tendría que cortar el pelo ya, pero por las mañanas hace frío ahora
me parece que voy a esperar unos días

sábado, 11 de enero de 2020




Música para el fin de semana. Se llaman Always y tienen esa cosa cristalina que te anima el sábado noche o te narcotiza sin remedio la tarde del domingo (que cada uno elija).

Pues eso, que enero está ya a pleno rendimiento. Estos días me voy poniendo al día de cosas. He visto, por ejemplo, ese Drácula nuevo que han hecho Moffat y Gatiss y que me ha gustado mucho, a pesar de la bajona del final. Empecé a ver esa cosa nueva de Netflix, The witcher (El brujero, suena genial en español), pero nos apeamos después del primer episodio: perezón. He visto también como cinco capítulos de El vecino, y tampoco. Me gustan cosas y alguno de los personajes, pero en general la curiosidad por ver qué pasa es inexistente, me da bastante igual todo. (No sé cómo de fiel es al tebeo, porque no lo leí y además es lo de menos.) Estoy viendo también una cosa de Amazon, Undone, animación rotoscopiada, y es todo raro en el buen sentido, creo, pero no termina de cuajarme. Y eso. Ahora toca adelantar un poco las lecturas atrasadas, que tengo para parar un tren.

Por lo demás, intrigado con las cositas del nuevo gobierno y el apocalipsis comunista. 

Días tranquilos en el edificio Baxter.

miércoles, 8 de enero de 2020

lo bueno es que ya han desmontado el andamio, así que vuelve a entrar la luz en casa, y confío en que los pajaritos vuelvan también al balcón (que está un poco de cualquier manera y habrá que adecentar estos días, pero mira)



ah, bueno, y que ya hay gobierno; las cosas que he escuchado y leído por ahí, madre mía, qué gente loca y rancia

durará lo que dure, que será casi seguro poco, pero yo qué sé, dejadme ser optimista aunque sea un rato nada más

sábado, 4 de enero de 2020











Música para el largo fin de semana de investidura y apocalipsis. Este año lo inauguré (y no ha sido el primero) escuchando a Yo La Tengo, así que mira, aquí están. Con invitados de lujo.

Por lo demás, poca cosa. La movida de la investidura y el revuelo entre la derechona, las ganas de guerra de Trump y, más cerquita, el jardín en el que se han metido los amigos del festival Celsius232 con el asunto de Card y un intento de apagar fuegos que, la verdad... mejor haber seguido callados. El año, en fin, empieza calentito.

Días tranquilos (aquí sí) en el edificio Baxter.


jueves, 2 de enero de 2020

jueves, 2 de enero

pruebas objetivas de que se puede tener agujetas por comer igual un poco más de la cuenta

por lo demás, todo bien

(y me acabo de dar cuenta de que ya es invierno)

días tranquilos en el edificio Baxter