sábado, 30 de septiembre de 2017




Música para el fin de semana: viendo la nueva temporada de Twin Peaks me he reencontrado con Au revoir Simone, y eso está muy bien. (Me he reencontrado también con más gente, con más cosas, con más sensaciones, sorpresas y dudas, pero esa es otra historia. Me cae genial David Lynch estos días.)

Por lo demás, el sábado amanece por aquí nublado, pero no creo que tarde en despejar. Mer es una mujer de éxito. Hoy toca más Marco Incomparable.

Leyendo: Quédate este día y esta noche conmigo, de Belén Copegui. Que, como todo lo suyo que he leído, me deja sin palabras (pero con muchas ganas de encontrarlas).


(Bola extra: con respecto a mañana, apuntar que, a lo largo de estos meses, cada vez que veía en la prensa, o en general por escrito, alguna mención, he leído siempre uno-cero en lugar de uno-o, y eso da muestras sobradas de mi torpeza, porque una cosa está clara para mí, y es que mañana, pase lo que pase, perdemos todos.)

viernes, 29 de septiembre de 2017



Ha muerto Hugh Hefner y la Red se ha llenado de chistes de colegio mayor. O no chistes, pero sí comentarios jocosos en plan aunque vaya al cielo no va a estar mejor. Y yo de lo que me acuerdo es de Feiffer y de Kurtzman y Elder, y de un puñado de ilustradores maravillosos. La Playboy de los años 60 y 70 fue una cosa prodigiosa de diseño, de imagen y de contenidos periodísticos y literarios. Lo demás: la mansión, el batín... pues es folklore (y da, también, su poco de asco).

jueves, 28 de septiembre de 2017

Hace un par de días vi aquí mismo, en mi calle, un coche que llevaba una bandera de España. Grande. El coche era, además, un Smart. Chiquitín. (Me gustan mucho esos coches, son como de juguete, un poco como de Villa Pingüino.) Así que la impresión, cómica, era como de una bandera más grande que el propio coche.

No sé. A mí todo esto de las banderas me ha dado siempre un poco de grima. Pereza también, cada vez más. (Sobre todo estos días.)

Tampoco entiendo esa cosa que llaman patriotismo, porque a lo mejor no entiendo eso de la patria, o no como parece que se entiende ahí fuera, en el mundo, en la calle.


sábado, 23 de septiembre de 2017












Música para el fin de semana. Best Coast suenan a verano tardío, y qué mejor cosa, con el otoño recién estrenado, que unas cuantas de sus canciones.

Por lo demás, poco. Un poco aturdido por el ruido y la furia que llegan de Catalunya. No sé quién ha dicho en alguna parte que tampoco es obligatorio opinar de todo (ni siquiera tener opinión de todo), y aquí lo voy a aplicar, porque estoy muy de acuerdo y porque todo el asunto, me parece, se le ha ido de las manos a todo el mundo y está adquiriendo niveles grotescos y preocupantes. (Wait a minute! ¿Esto es una opinión? Igual sí... no sé. Bueno, eso. Que no entiendo nada.)

Mientras tanto, en mi Instagram he empezado una serie con los tebeos y autores que más amo, después de muchísimos años de lecturas: #100viñetas. (Que serán cien, o igual no. Veremos cuánto tardo en cansarme.)

Todo bien, por lo demás.

Días tranquilos en el edificio Baxter. 

viernes, 22 de septiembre de 2017

sábado, 16 de septiembre de 2017



Música para el fin de semana. Murió Grant Hart, de Hüsker Dü, un grupo al que llegué muy tarde y como de segunda mano, porque la vida me da para lo que me da y no puedo llegar a tiempo a todo, a ver. (Y se acaba de morir, como quien dice, Harry Dean Stanton, que fue tripulante de la Nostromo y se paseó por un buen puñado de películas míticas. Mierda.)

Por lo demás, bien. La temperatura ha bajado, ya se huele el otoño (aunque vete a saber). I, princesa punk de Grecia, se marchó ayer para Florencia. La chica pelirroja y L (que volvió ya de Sicilia) tuvieron sus inauguraciones. La vida sigue.

Viendo: la nueva temporada de Twin Peaks (y me faltan las palabras).

Leyendo: Wicked wonders, una colección de relatos de Ellen Klages

jueves, 14 de septiembre de 2017


Ajá, ayer todo bien. La tarde pasó volando, entre charlas y puestas al día.

Todo bien en el Marco Incomparable.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Volvimos de Gijón y descubrimos que los gorriones del barrio habían dejado de venir al balcón a beber agua. De hecho, durante todo el mes de agosto se les ha visto lo justo en el barrio.

Ahora que se acerca el otoño (y menos mal), están volviendo. En solitario o en parejas.

Y verlos dar saltitos, mirar con toda la desconfianza del mundo, acercarse y beber, me pone de muy buen humor.

(A ver si me corto el pelo...)



Días tranquilos en el edificio Baxter.

sábado, 9 de septiembre de 2017




Música para el fin de semana. Encontré este video de unas chicas, Pastel Felt, que han publicado una cassette en Lolipop (sí, parece que es lo más moderno hoy, a mí que me registren). Que suenan muy así, como de día otoñal con su punto de frescura que hoy viene al pelo. (Luego, en este programa tocan algunas canciones en vivo y muy bien, la verdad.)

Por lo demás, días tranquilos en el edificio Baxter. Vacaciones en casa: lecturas atrasadas, teleseries.

Noticias de las chicas, que están en Albacete de fiesta y me ponen de buen humor con sus fotos y sus guiños.

Pues eso. Sábado.

sábado, 2 de septiembre de 2017




Música para el fin de semana. Cola Jet Set, que son tan ye-yés, me ponen siempre de buen humor, yo qué sé.

Llegó septiembre, se marcharon la chica pelirroja e I. Nueva tripulación, nuevo curso. (Quiero mucho a todas estas chicas, me hace feliz hablar con ellas, saber de ellas, verlas vivir.)

Por lo demás, parece que las temperaturas se han estabilizado y ahora se puede respirar (y hasta dormir). Da gusto levantarse y abrir las ventanas y que entre el fresquito hasta bien avanzada la mañana.

Los días son más cortos. Se acerca el otoño.