lunes, 26 de junio de 2017


Javier Marías, ayer, se volvió a retratar como señor prepotente y gruñón que, de mala gana y por nuestro bien, se permite explicarnos por qué nadie más que él tiene razón, y en este caso se centró en poner en duda la conveniencia de rescatar figuras femeninas de las artes y las letras que fueron silenciadas en su momento, y en buena medida siguen estándolo, por eso mismo, por ser mujeres. Que dice el señorito que igual, si otras sí han llegado a ser reconocidas (y da su propia lista, el canon de lo que SÍ), pues será por algo que a las demás se las haya olvidado. Y ya, aprovechando lo del Pisuerga y Valladolid, deja bien clarito que para él Gloria Fuertes, pues que no, y que eso de reivindicarla en su centenario es una maniobra orquestada y que no y no. (Una coda innecesaria, me parece, ofensiva y que no sé si no será en el fondo el meollo de su texto, siendo todo lo demás mero preámbulo para justificar la colleja a la difunta.)

Pues muy bien. Menos mal que hay gente que tiene a bien decirnos qué y a quién hay que leer.

Lo que viene a unirse a esos textos recientes que definen a la generación millenial (vaya nombrecitos también, y de eso nadie habla) como poco menos que un atajo de vagos y parásitos analfabetos, o a ese Reverte (el otro "enfadao" profesional) que se lamentaba de que los jóvenes, ay, no saben ya lo que es una biblioteca, leer en papel, investigar más allá de la Wikipedia y la internet, ese invento del demonio. (O, ya más en casa, los que dicen qué tebeos sí y qué tebeos no, que madre mía cómo estamos.)

Que digo yo que vale ya, ¿no? Que nos dejéis estar, unos y otros, a unos y a otros.


Y que me dejes en paz a Gloria, Marías. Que a ti qué más te da. Que, lo decía alguien ayer en twitter (otra cosa que carga el diablo, ¿eh?, ojito), lo que cuenta de ella es, sobre todo, la falta que ahora nos hace.

sábado, 24 de junio de 2017






Música para el fin de semana. The Wedding Present. Porque why not.

Por lo demás, bien. Poco más o menos. Acalorados, agotados, perplejos: lo que viene siendo un verano intensito (y eso que acaba de empezar).

La semana ha sido rara, pero con visitas chispeantes (C) y noticias buenas (Mer), además de algún aviso de cambios futuros que ya veremos en qué quedan. Los días se hacen largos y pesan: van haciendo falta unas vacaciones.

Leyendo: esto de aquí abajo...


(Además de Alack Sinner, ya lo dije, y de Peanuts: ¡he llegado a 1999, esto se acaba!)


Días tranquilos en el edificio Baxter.

jueves, 22 de junio de 2017



Ya se ha hecho público el cartel de la próxima Semana Negra de Gijón, y es tremendo. Lo firma Carme Solé.






Rerun va teniendo más y más presencia, más allá del asiento trasero de la bici de su madre. (Aquí con guiño cinematográfico.)



Peanuts, 1995.

miércoles, 21 de junio de 2017

lunes, 19 de junio de 2017


Sopla un viento de tormenta (sin una gota de agua y con mucha tierra). Algún relámpago he visto.

Esta mañana he cerrado reserva de hotel: el mes que viene pasaré unos días en Gijón. La Semana Negra cumple treinta años, treinta.

Esta tarde ha venido C de visita, y eso siempre me pone de buen humor.

Y, al llega a casa, nuevo vídeo de Ter.

Día completo, día Comansi.

domingo, 18 de junio de 2017


Leyendo:


Alack Sinner, de Muñoz y Sampayo. (Que es, en buena medida, releer, pero también mirar de otra manera después de tanto tiempo. Y recuperar el asombro.)


Por lo demás, las chicas están bien (y eso me pone de buen humor).

(Natacha Bustos y su Moon Girl, una maravilla.)







sábado, 17 de junio de 2017





Música para el fin de semana. Slowdive han vuelto y, bueno, yo creo que son una banda sonora ideal para estos días de lento infierno casi veraniego.

El sábado pasado al final me acerqué al Retiro, y pude saludar a Luis Alberto de Cuenca, que parecía derrotado por el calor pero se recompuso con su habitual afabilidad y estuvo encantador. Saludé también a Ricardo Dibbuks, hiperactivo como de costumbre, y al amigo FHNavarro, que andaba también por allí. Charlé un rato largo con Ángel de la Calle, y con Jesús Moreno, Álvaro Pons, Rocío Ayuso y Raúl García (hacía igual veinte años que no veía a estos dos). Buena gente toda.

El resto de la semana bien, gracias.

Días tranquilos en el edificio Baxter. (Y mañana, más.)




sábado, 10 de junio de 2017



Música para el fin de semana. En el edificio Baxter suenan a menudo los discos de La Buena Vida, es sabido, y la noticia de que algunos de sus miembros vuelven a hacer canciones me pone de muy buen humor. Que la nueva banda se llame Amateur, también, por estas cosas mías que no sé explicar (ni falta que hace).

Por lo demás, la semana ha sido rara, pero no mala. Mucho calor, eso sí. Estos adelantos del verano me están dejando para el arrastre...

Dos cosas, dos, que también me ponen de buen humor: esta tarde firman en la Feria del Libro Ángel de la Calle y Elisa McCausland, a las seis y media y a las ocho, poco más o menos. Pinturas de guerra, ya lo he dicho aquí (y lo diré muchas veces más) es una de las novelas gráficas (!!!) de este año, y Wonder Woman: el feminismo como superpoder, seguramente, el libro de teoría que con más ganas espero (con permiso del Carcelero). Si reúno fuerzas (nosotros, los morlocks, lo del sol lo llevamos regular nada más), igual me acerco.


viernes, 9 de junio de 2017








Conseguir un home run, por fin...

... y descubrir que no. Pobre Charlie Brown.


¡Y llegan los móviles! (Otro de esos breves relámpagos de realidad que a veces se cuelan en el universo cerrado de Peanuts.)



Peanuts, 1993.

sábado, 3 de junio de 2017



Música para el fin de semana. Esto tiene un montón de años, y ese jovencito tan intenso es Robert Smith. Y eso. Ya está.

¿Más cosas? Bueno, ayer alguien vino a recordarme que el jueves cumplí 32 años, que se dice pronto, en el Marco Incomparable. No le tiré por la escalera ni nada. (Y va Max hoy y publica esta cosa maravillosa de aquí abajo en el Babelia. En fin.)


Por lo demás, bien. Las chicas van terminando exámenes, el verano sigue enseñando los dientes (habrá que ir sacando los pantalones cortos del armario, por mucho que con ellos parezca un minion, pero es que LA CALOR).

Días tranquilos en el edificio Baxter, you know.