jueves, 30 de abril de 2020

estos días han vuelto los gorriones, como decía, y vienen a diario a beber y a darse un bañito; y se ven niños en la calle


ya se han dado las pautas de cómo se va a poner en marcha la vida, pero todo el mundo parece enfadado porque no hay fecha y hora para lo suyo


los museos abrirán pronto, parece; demasiado pronto, diría yo, aunque los grandes (el Marco Incomparable entre ellos) han adelantado ya que igual se retrasa la cosa para poder acondicionarse como corresponde

y creo que va a ser más difícil asegurar distancias entre nosotros, cuando abramos, que con el público (que fue muy escaso ya la última semana antes del cierre y no creo que ahora vaya a venir en masa); pienso en los vestuarios, en la cafetería, las áreas de descanso, las consignas, la librería


sobre todo, tengo la sensación de que esto se está acelerando un poco más de la cuenta, y el vocerío político va a acabar por desbaratarlo todo



mientras tanto, pasamos las tardes viendo películas de Ghibli 

lunes, 27 de abril de 2020

pues he visto un gorrión esta mañana, que ha venido a pasearse por el balcón; después de toda la cuarentena sin ver a ninguno en toda la calle

de hecho, mientras no miraba (mientras estaba comiendo, en fin), ha vuelto para bañarse en el platito de agua



yo qué sé: a estas alturas,estas chorradas me dan la vida


domingo, 26 de abril de 2020

de la cacerolada, ayer, ni me enteré; en mi calle no parece que saliera nadie (o fueron tan pocos que como si no)

a los aplausos sí que seguimos saliendo, aunque haya balcones a los que la gente hay tardes que no se asoma, y a veces la cosa dure más y otras veces un poco menos, y el vecino de la música se alargue unos días menos y otros más




y la noticia de que igual en una semana se puede salir un rato a pasear me puso ayer de buen humor

sábado, 25 de abril de 2020




Música para el fin de semana (que de alguna manera habrá que diferenciar el hoy sábado del ayer viernes): The Go-Betweens

Pasan los días. El tiempo cambia, ahora hace más sol y, a ratos, hasta un poco de calor. Una primavera agradable y luminosa, igual un poco burlona.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

viernes, 24 de abril de 2020

empieza a circular el término 'nueva normalidad', empieza a usarse y, bueno, 'normalizarse'


qué raro se hace vivir de verdad, sin guiños irónicos, en un contexto de ciencia ficción tan Ballard o Gibson; qué rara, la idea de llevar mascarilla, de usar guantes aislantes ya de manera cotidiana

qué raro acordarse todo el rato de Crichton y el virus Andrómeda

miércoles, 22 de abril de 2020

hoy el día está despejado, el cielo azul, hace sol; la obra de enfrente (una reforma en un local grande) se ha reactivado, y hoy se escucha ya un trajín de cacharrería y gente que habla a voces que es como de otra época ya: me parece que esto también lo echaba de menos

toca bajar a comprar, luego; a ver de qué me olvido en esta incursión


(estamos viendo DEVS; por resumirlo: Alex Garland, me caso contigo)

martes, 21 de abril de 2020

pues he soñado que en la calle había tantísima gente que cómo pensar siquiera en salir... supongo que la culpa la tiene la tele y el bombardeo permanente de desescaladas y visiones de cómo va a ser el mundo cuando nos den la condicional


ayer hizo un día de sol y cielo azul; hoy vuelve el gris, hay que joderse

sábado, 18 de abril de 2020




Música para el fin de semana (o para cualquier día, que tampoco veo la diferencia ahora). The Joy Formidable. Que suenan intensos y, a ratos, muy luminosos.

Los días pasan como fotocopias unos de otros y el paisaje desde la ventana varía con la lluvia o con la fila más o menos numerosa de gente que espera para comprar. En el balcón, las hormigas han vuelto a activarse tras el letargo invernal.

En casa estamos viendo ahora Tales from The Loop, una cosa de CF con un tono contemplativo que a mí me recuerda un poco a Bradbury. Aunque es un poco irregular y hay episodios medio así, en general tiene tantas cosas que me gustan que la veo con una sonrisa y, bueno, sí: me pone de buen humor.

Por lo demás, qué sé yo.

Días tranquilos en el edificio Baxter. 

jueves, 16 de abril de 2020

pues he salido a comprar con la mascarilla artesana que ayer me hice con tijeras, una camiseta vieja y estas manitas, y os tengo que decir un par de cosas: primero, que no se puede ser más inútil con las manos que yo, madre mía; segundo, un mensaje para Peter Parker: tú hazme caso y no te esfuerces más, chaval, que con la máscara puesta no se te entiende ni cuando cuentas los chistes ni cuando pides el pan


por lo demás, la tarde empieza a encapotarse y fijo que en un rato vuelve a llover; also, empiezo a recuperar un mínimo el pulso con las lecturas, y voy bajando despacito la columna de tebeos pendientes: a ver si un día me pongo y hago listilla por aquí

miércoles, 15 de abril de 2020

hoy he soñado que desalojaba la cafetería del British (aunque no se parecía en nada a ninguna cafetería de ningún museo que conozca), y eso que, en el sueño, yo estaba allí como visitante (o eso creo, porque con los sueños me pasa que se me deshilachan enseguida), y no sé si esto no será un aviso de que el cuerpo está llegando al límite y me pide marcha, que lo de llevar un mes y pico sentado va pasando factura de muchas maneras


por lo demás, ha amanecido lloviendo con ganas y tiene pinta de que va a seguir así lo que queda de día

lunes, 13 de abril de 2020

cosas que me hacen estos días más llevaderos:


pues, en primer lugar, el Diario personal de la cuarentena por coronavirus que Elena Cabrera está publicando en eldiario.es

y ya luego, sin orden ni concierto, Coyotealarma (una cuenta de Instagram donde Víctor Aparicio lleva también su particular diario dibujado de la cosa), el podcast musical Área 51 del corazón y el Batman punk que se ha sacado Álvaro Ortiz de la manga para darnos vidilla y que se puede leer en su tuister y en su Instagram

(por no hablar del canal TER, pero es que eso lo doy ya por hecho y no hace falta ni mencionarlo, a ver)



en otro orden de cosas, hoy está lloviendo; y vuelve al trabajo un buen montón de gente, aunque los demás nos quedemos en casa calculando si bajar a comprar o podemos dejarlo para mañana, y buscando camisetas viejas para hacer mascarillas

domingo, 12 de abril de 2020

llevamos dos o tres días en los que los aplausos duran más tiempo y parecen más vehementes; o a lo mejor es una sensación mía, no sé

los vecinos de arriba, además, alargan la sesión musical un ratito (sin ninguna necesidad, también os digo), pero bueno, nada grave


se va haciendo difícil distinguir los días; por lo demás, todo bien

sábado, 11 de abril de 2020




Música para el fin de semana. Pixies. Ya sé que a estas alturas están domesticados y ya nada es lo mismo y esas cosas, pero a mí escucharlos me pone de buen humor (y a lo mejor es que también yo estoy ya más que domesticado, y qué).

Semana Santa son torrijas y que llueva cuando más daño puede hacer. También, en el Marco Incomparable, un gentío como en ningún otro momento del año; días durillos, si tienes que currar. Iba a decir que hasta eso echo de menos... pero mira, tanto no. Mejor en casa, y ya la semana próxima me pongo nostálgico, si eso. (Además, torrijas y lluvia sí hemos tenido.)

Días tranquilos (y todos iguales, ay) en el edificio Baxter.

jueves, 9 de abril de 2020

ahora que hay luz a esa hora, puedo verle la cara a la gente que sale al balcón o se asoma a las ventanas para aplaudir; al principio se hizo raro, pero ya no

hay gente que se saluda entre sí, no sé si ya se conocían de antes: parto de la base de que no todo el mundo es tan poco sociable como yo, así que imagino que es así en mucho casos; pero no en todos, de eso estoy seguro

cosas que me llaman la atención: unos vecinos enfrente justo (bueno, un poco a la derecha), una pareja MUY mayor que lleva un par de días sin asomarse, pero hasta ahora lo habían hecho todas las tardes; y, arriba del todo, en un cuarto, alguien que saca en brazos al perrete para que nos vea aplaudir, o para que lo veamos, no sé bien: en cualquier caso, gracias por eso, porque consigue siempre ponerme de buen humor

martes, 7 de abril de 2020

estos días he comprobado, con alivio, que la señora de los gatos sigue en activo, y acude a atender a sus protegidos no sé si a diario (imagino que lo de los horarios también ella lo lleva ahora regular, así que no siempre la veo)

he visto, también, unos moscones gordísimos y un poco inquietantes, y alguna mosca jovencita; la primavera

(los que siguen sin aparecer por aquí son los gorriones: ni uno; únicamente se ven palomas y urracas, y tampoco demasiadas)


por lo demás, parece que hoy lloverá un rato; toca bajar a comprar, que con los festivos imagino que mañana el supermercado estará poco transitable

lunes, 6 de abril de 2020

pues ayer se llevaron a un vecino del portal de al lado, con toda la parafernalia de SAMUR, trajes de aislamiento y cinta americana, y el pasajero hipocondríaco que me va creciendo dentro con toda esta movida se vio reforzado un poquito más; a ver, lo normal


mira, parece que sale el sol

a ver cómo se da el día (insertar aquí carita amarilla irónica)

domingo, 5 de abril de 2020

duermo regular, ahí no hay cambios; esta noche he soñado con el Marco Incomparable y mascarillas, y alguna situación absurda fuera de mi control

ayer vimos Retrato de una mujer en llamas, una peli francesa (MUY francesa) que, la verdad, muy bien; también vimos el episodio de The OA donde aparece Paz Vega por primera vez, y lo de la suspensión de la incredulidad se fue por el desagüe cuando el mad doctor le dice al chaval, de cara a secuestrarla, que la invite a su habitación, y allí él hará lo que tenga que hacer... y el chaval le pregunta que por qué va a subir ella a su habitación, y el otro contesta que es que le gustan jóvenes y guapos, y dejando aparte lo zafio del argumento (no sé si incluso un poco racista, que ella hace de cubana y, claro, fogosa y tal), a ver, spoiler alert: si escribes 'handsome' en google, la foto de este chico NO aparece en ninguna entrada


y eso





sábado, 4 de abril de 2020




Música para otro fin de semana en casa. La gente de Munster, en su afán arqueológico, ha recuperado el mítico álbum de Paraíso, que nunca llegó a editarse. (Sí hubo una edición reciente, que al parecer no contó con el beneplácito de algunos de los miembros de la banda.) Recuerdo haber escuchado algunos cortes (mis preferidos: Y al final, No te equivoques, Para ti, Vacaciones en la morgue) en Flor de pasión, hace muchos, muchos años.

Por lo demás, qué voy a contar. Que seguimos con la rutina. (La rutina tiene mala fama, pero a menudo es un buen recurso al que aferrarse cuando las cosas vienen mal.)

Hemos visto más películas: Los muertos no mueren, de Jarmusch (maravillosa), Buñuel en el laberinto de las tortugas (me gustó mucho más el libro, la verdad; impecable, eso sí, el trabajo de diseño de Ágreda), Parásitos (algo me he perdido de la metáfora que todo el mundo vio, porque a mí los que me caen bien aquí son los privilegiados, no sé si me lo tengo que hacer mirar o qué), Puñales por la espalda (muy bien hilada, muy simpática).


Y poco más.

Días (demasiado) tranquilos en el edificio Baxter. (Y lo que queda.) 


viernes, 3 de abril de 2020

pasan los días en este tiempo que parece atrapado en gelatina


hoy amanece soleado, limpio; pero con la noticia de que ha muerto Juan Giménez, grandísimo historietista y uno de los tipos más amables y cálidos que he conocido


por lo demás, no hay cambios por aquí

miércoles, 1 de abril de 2020

pues ha llegado abril, vestido de invierno (menudo día, ayer, de lluvia y de frío)


leo y escucho de la vuelta a una normalidad que será, a la fuerza, distinta; y en ese 'distinta' pone cada uno énfasis en su utopía personal

viendo cómo está el patio, las peleas de gallos, la bilis, la llamada a las armas, me da que, de haber cambios (a la larga, dudo que los vaya a haber), serán a peor

no sé (y eso que yo soy siempre de vasos medio llenos)