sábado, 24 de junio de 2023


Música para el fin de semana. Que ahora viene con ola de calor, además. Volver a Heavenly siempre alegra la vida, y este video nuevo lleno de caras conocidas me pone de muy buen humor. (La canción, C is the Heavenly option, es de mis favoritas suyas, además. Así que todo bien.)

Por lo demás, la semana ha sido intensita, de esas que, siendo cortas, parece que no se van a acabar nunca. Y trufadita de sustos, con el carnaval de los nazis sacando a pasear a sus supervillanos más idiotas. He empezado a ver los nuevos Black Mirror y claro, es que la distopía ya es tan cotidiana que en la pantalla se queda en poca cosa.


Días tranquilos (y de ventilador) en el edificio Baxter.

sábado, 17 de junio de 2023

Música para el fin de semana. Estos días sube la temperatura y sube también la vergüenza ajena (y un poco el miedito, no me escondo). Por eso, rescatar esta Jota de la huelga viene muy al caso.

Y poco más. Hay un poquito de desánimo hoy, con todas esas bodas PP/Vogs.

Cuidaos mucho.


Días tranquilos en el edificio Baxter. 

sábado, 10 de junio de 2023


Música para el fin de semana. Tengo el cuerpo muy para Sleaford Mods ahora mismo, por lo que sea. (Bueno, y por las cosas de la negociación, las listas, las navajas. El desencanto que se te queda, a pesar de.)

Poco más se puede decir de la semana que no sea repetirse. Me llegaron unos fanzines de Rocío Quillahuaman que me hicieron reír a carcajadas (sobre todo, Barcelona). Terminé de ver MrsDavis, que me ha gustado mucho pero ojo al viaje, que tiene lo suyo. Y poco más, la verdad.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


sábado, 3 de junio de 2023

Música para el fin de semana. Siempre viene bien un Ira Kaplan de la suerte, con su camiseta de rayas, en espacial después de una semanita de órdago.

Porque menuda semana.

Que empezó bien, con una mañana relajada de votaciones y la visita de mi amiga G, pero empezó a desmoronarse con los primeros resultados y ya a la hora de dormir se había ido al carajo. ¡Todo en un día! (Que ni siquiera era lunes, además.)

Después ya ha venido lo demás: unas pocas caretas que se caen, convocatoria de elecciones generales, tormentas, la tortilla que hice el jueves salió regular... todo catástrofes, en fin. Chiquititas, a lo mejor, pero en cascada. (Lo peor, lo de la tortilla... aunque estaba rica, eso sí.)

Así que, mira, yo ya no sé. Me temo lo peor.

Pues eso, días tranquilos (ejem) en el edificio Baxter.