miércoles, 25 de marzo de 2020

pues nada, sin novedad

hoy hemos amanecido con sol, y eso bien

toca bajar a comprar; hay que hacer lista de cosas, aunque luego se me olviden la mitad (sí, incluso con la lista en la mano): no me hace gracia, la verdad; vuelvo siempre tirando a estresado y pensando si no debería haber comprado también yo qué sé qué, y nunca tengo claro qué he tocado y qué no antes de lavarme las manos, qué desastre


 (me noto un poquito como acorchado; imagino que es de hacer poco o nada, claro)


sigo sin ver gorriones por aquí, dónde se habrán largado

1 comentario:

  1. Joder, la misma sensación. También he salido a comprar, con lista en la mano tras revisar que me falta en casa, pero entre que tengo que sacar la tarjeta de crédito y los guantes transparentes que me hacen desenvolverme algo torpe con los bolsillos, me olvido de mirar la lista y luego también observo que, a pesar de que no hay sequía de productos, si hay faltas notables de algunas cosas (de carne, por ejemplo, lo que me lleva a pensar que hay menos vegetarianos de lo que pensaba). Y lo de lavarme las manos, pues lo mismo que comentas, me lavo al llegar, coloco la compra y me lavo de nuevo. Y luego el ritual de llegar a casa, sacarme las botas y dar un paso con la fregona y agua y lejía.

    Y sí, por aquí, a pesar del día soleado, noto menos gorriones que otras veces. Supongo que no encuentran alimento y han debido ir a las zonas campestres.

    Por cierto, perdona estos comentarios algo profusos. Me siento un poco como el personaje principal de A propósito de Schmidt.

    Un afectuoso saludo.

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