lunes, 22 de agosto de 2016

Pues eso: Dublín.



La puerta del hotel, de color azul, y el perro guardián, un rato feo, que la protegía.

Más colores. Me encanta esta cosa tan de allí de romper la sobriedad de una fachada con una puerta roja, azul o amarilla.



Aires de Gotham. 

Las calles, las farolas... flores por todas partes.

Y escritores. Se hace raro ver en todas partes la efigie de Joyce, y comprobar que él, Wilde o Swift son carne de souvenir, atracción turística.
(Por ejemplo, Joyce en el cuarto de baño de un pub céntrico.)
(Por ejemplo, Wilde en un parque, al lado de la National Gallery y enfrente justo de la casa donde vivió.)
(O Bernard Shaw, en el vestíbulo de la National Gallery.)
Otra vez Joyce, claro. Se vuelve uno de allí con muchas ganas de releer Ulises. Por cierto, que se ha publicado una "traducción" de Finnegan's Wake no hace mucho. Y las comillas no son peyorativas: en un caso así, creo que no hay más opción que "traducir". (¿Quizá adaptar sería más correcto?)
A room with a view.
El folklore, claro: Molly Malone.


(Esta es otra Molly: la del Hotel Bloom. Más Joyce.)

Esos cielos.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. hombre, gracias, pero todo el mérito lo tiene la cámara del móvil... estos chismes son una maravilla

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