martes, 3 de mayo de 2016



Ayer vi The punk syndrome, un documental maravilloso que viene a confirmar que el punk, bien entendido, puede ser eso: cantar con voz de ultratumba que no quieres vivir en una institución pública, que prefieres hacerlo en un refugio antiaéreo, porque tu vida es tuya y ya está bien.

Por supuesto, hay mucho más que eso. Por ejemplo, un tema clave: integración. Y orgullo de ser diferente. No sé.

Por lo demás, después de verlo me acordé de esa otra joya: We are the best, que contando cosas del todo distintas y desde la ficción, habla de alguna manera de lo mismo. (Igual aquí me columpio, pero bueno, it's my party...)

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