martes, 9 de septiembre de 2014

"Ya es de noche: duerme bien." Se lo decía siempre después de acostarla. Y cada mañana, para levantarla: "Ya es de día, hay que desayunar." No consigo acordarme de si se lo dije el domingo al meterla en la cama... Sí sé que se lo dije después, en el tanatorio: diez o cien veces... Las horas son muy largas.

Me gusta pensar que su cabeza viajaba hacia atrás en el tiempo, y que en estos años nos ha regalado su niñez. Se reía, desde luego, como una niña. Y se reía mucho, también con los ojos. 

Como ya no podía hilarlas, se inventaba las palabras.


Ahora quedan los días malos de vacío, y después habrá que reajustar tiempos, gestionar nuevos ritmos aquí, en el edificio Baxter.

12 comentarios:

  1. So, so sorry :( One huge kiss.

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  2. Lo siento, mucho ánimo.

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  3. Soy un anónimo pesado que de vez en cuando te ha puesto comentarios en tu otro blog, ya cerrado. Lamento mucho tu pérdida. Supongo que se trata de tu madre. Espero que poco a poco te vayas recomponiendo y espero que ella se haya ido con el mínimo dolor. Un afectuoso saludo.

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    Respuestas
    1. mi suegra, en realidad

      llevaba casi 10 años con Alzheimer, y los dos últimos tuve una relación muy estrecha con ella, y muy emotiva: era ese el campo que la enfermedad le había dejado para relacionarse con los demás

      muchas gracias (a todos)

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    2. Disculpa la equivocación, por favor. Mucho ánimo para todos.

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    3. no, hombre, no pasa nada

      la culpa es mía, por ser tan poco claro

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  4. Lo siento.
    Gran cosa lo que dice; y como lo dice.
    (JC)

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