esta tarde, volviendo a casa desde el metro por la calle Abolengo, un poco cansado y con la mascarilla en la mano, he mirado arriba, al cielo, justo a tiempo para ver pasar a dos cigüeñas que volaban muy bajo, la panza teñida de oro por el sol
un rato antes, en el tren, he visto a una bulldog jovencita que gestionaba regular lo de subir escaleras, así que la dueña tenía que llevarla en brazos
¿vuestro día qué tal?
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