sábado, 21 de enero de 2017

He estado viendo la quinta y última temporada de Ripper Street, que me ha gustado mucho, la verdad. En especial el último episodio, tan lleno de melancolía.


Y he visto también Subway, de Luc Besson. (Sigo, a mi ritmo, poniéndome al día con sus películas. Porque le tengo cariño, más que nada.) Ochentera a rabiar (pero mucho mucho), casi parece una adaptación de alguna locura publicada en Metal Hurlant. Y ya por eso me gusta, claro.


En otro orden de cosas, y por seguir con las anotaciones en el cuaderno imaginario de lecturas, decir que estoy con el Thor de Jason Aaron. Y muy bien. A pesar del guirigay que Marvel es a día de hoy (hablo desde fuera, que solo sigo cosas muy concretas y casi siempre fuera de continuidad, pero es la sensación que tengo). Muy bien antes del cambio, y excepcional el trabajo de Esad Ribic (que me ha recordado mucho al John Bolton de hace muchos años). Y muy bien ahora que Thor es la diosa del Trueno.

Eso. Me guardo el cuaderno y a otra cosa. (Más adelante, más.)

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