miércoles, 11 de enero de 2017

Bueno, listas. 

A ver.

Quiero decir, si ya ha publicado Álvaro Pons las suyas, tiene poco sentido que yo ande picoteando de aquí y de allí, repasando lo poco que haya ido anotando aquí mismo y que intente hacer memoria, cuando es obvio que se me van a olvidar cosas importantes.

De todas formas, hay algunas cosas, títulos, nombres, que sí me gustaría señalar o recordar. 

Primero, Martín López Lam, que ha publicado a lo largo del año tres libros, tres: Sirio, Gialla y El título no corresponde. Que son como tres puñetazos en la mesa, y que no me canso de volver a mirar una y otra vez. 

Luego, los Cuadernos japoneses de Igort

Retornos esperados: Luis Durán y Joann Sfar. (También Jali.) 

La sorpresa estimulante de Epigrafías, de Carla Berrocal. Y la confirmación de FHNavarro con su maravilloso Hopper.

Álvaro Ortiz, que firmó Dos holandeses en Nápoles para el museo Thyssen y se curró después una compilación en cinemascope de sus cuadernos de viajes. (Y más tebeos de museo: Max, sobre El Bosco, para el Prado.)

Revistas: La Resistencia y Voltio

Manel Fontdevila y el señor Monteys.

Más sorpresas de las buenas: La reina orquídea, de Borja González, y Que no, que no me muero, de María Hernández Martí y Javi de Castro.


Amor y cohetes para separar fases, que diría el maestro Juan de Pablos.



En lo que respecta a libros sin dibujos, el año pasado descubrí a Caitlin Moran,  que me entusiasmó, y ahora tengo una pila (pequeñita, pero pila) de cosas suyas por leer. Me volvió loco, de otra manera, También esto pasará, de Milena Busquets. Gocé con el Diccionario enciclopédico de la vieja escuela, de Pérez Andújar. Descubrí también a Gonzalo Maier y a Paco Inclán y me terminé de enganchar a Marcos Ordóñez por culpa de su Juegos reunidos



En fin, qué sé yo. A ver si este año me impongo a mí mismo un poco de orden y el próximo enero hago una lista presentable. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario