Música para el fin de semana. El amigo Jordi (Sánchez Navarro, amigo y maestro de tantas cosas) traía el otro día a colación a los B-52's y su maravillosa vitalidad y vigencia, además de la dignidad con que llevan el paso de los años. Nada que objetar. Antes al contrario: aquí, siendo poco de bailar, somos muy de B-52's de siempre. Y más estos días de vacaciones.
Por lo demás, la semana ha sido regulera, tirando a rarita. Y de mucha calor. Otra vez.
Andamos enganchados en el edificio Baxter a Sense8, la teleserie que los Wachowski y Straczynski (festival de consonantes) han firmado para Netflix. Un artefacto hipnótico y abrumador que no deben dejar pasar de ninguna de las maneras.
(Y, hablando de cosas abrumadoras: Seveneves, la nueva novela de Neal Stephenson. Maravillosa. Siete Evas. Una pista: pasada la mitad del libro, la tercera parte se abre con un "5000 años después"; y, a continuación, el vértigo.)
Pues eso. Poco más.
Por lo demás, la semana ha sido regulera, tirando a rarita. Y de mucha calor. Otra vez.
Andamos enganchados en el edificio Baxter a Sense8, la teleserie que los Wachowski y Straczynski (festival de consonantes) han firmado para Netflix. Un artefacto hipnótico y abrumador que no deben dejar pasar de ninguna de las maneras.
(Y, hablando de cosas abrumadoras: Seveneves, la nueva novela de Neal Stephenson. Maravillosa. Siete Evas. Una pista: pasada la mitad del libro, la tercera parte se abre con un "5000 años después"; y, a continuación, el vértigo.)
Pues eso. Poco más.
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