He visto estos días en el twitter de Javier Rodríguez unas páginas del Pantera Negra de Billy Graham, ya saben, ese arco mítico (y pelín farragoso) que escribió Don McGregor. Y me he acordado de que fue uno de esos tebeos el primero original americano que llegó a mis manos, si bien he olvidado cómo y porqué, y dónde fue luego a parar, porque la cosa fue vista y no vista... Me he acordado también de cuando leí esas historias después, en la edición española en blanco y negro, de lo mucho que las disfruté, y del shock que supuso el brusco salto a la posterior etapa de Kirby. No era yo muy fan de Kirby, aunque su delirante visión (y continuación) de 2001 me fascinó en su momento. Pero es que el salto fue mortal y sin red.
Hoy, viendo estas planchas de Billy Graham, tan inventivas y tan de su época, me puede la nostalgia. (Y me viene a la cabeza el Daredevil televisivo de Netflix, por cierto: desde esos de tebeos de Pantera Negra, nunca había visto a un superhéroe recibir tantas hostias, sangrar tanto.)
No sé, son cosas que se me ocurren.
El Pantera Negra de Kirby se ha publicado en un tomo precioso hace bien poco. Tan bonito que estoy muy tentado de hacerme con él, y eso que... bueno, eso. ¿Sería mucho pedir el mismo tratamiento para la etapa de McGregor?
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