Los superhéroes también se cansan, también envejecen. Caídas y traumas, fracturas mal soldadas, cicatrices. Y tiempo. El hastío de ver los años pasar, y de sentir cada uno de ellos en las rodillas doloridas, en los nudillos despellejados, en esos esguinces que no acaban de curar.
Lo sabía Frank Miller, y lo contó como nadie. Lo sabe bien Lupita, cuero negro y correajes.
(La imagen, de señor AÍSA, que dibuja con la máscara puesta.)
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