lunes, 9 de febrero de 2015

Despertar, levantarse, ponerse en marcha. Cada uno tiene una manera de enfrentarse a eso, cada uno ha ido desarrollando su propia rutina para cargar el disco duro y enfrentar la mañana. Hay gente que está operativa desde el primer momento, activísima, un torbellino desde primera hora. Otros tardan lo suyo en ser capaces de abrir los ojos y no son nadie antes de una ducha y un café. Yo mismo funciono a medio gas hasta después del desayuno.



(La imagen es de señor AÍSA, y es la que hace, de las suyas, la 150. Nada menos.)

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