martes, 6 de enero de 2015

Bueno, sí. Hoy terminan ya las fiestas entrañables y se da pistoletazo de salida para las también muy entrañables rebajas (y la no menos entrañable cuesta de enero). A estas alturas ya está casi todo dicho del año que murió y del que acabamos de estrenar.

En el edificio Baxter suena música y hay un roscón a medio devorar. Y hace solecito en la calle.

2014 fue año de cambios y para el 15 hay propósitos: estanterías nuevas (vienen llenas ya de antemano, ay), leer más, hacerse con más cuadernos y cuajar alguna de esas ideas que me bullen dentro desde hace unos meses. Además, el año promete en otros frentes: las diferentes elecciones, que vete a saber en qué acaban; noticias de Plutón; un nuevo Star Wars... qué sé yo, doce meses por delante que vienen nuevecitos, sin estrenar.

Eso. Que hay ganas. 

2 comentarios: