sábado, 26 de agosto de 2023


Música para el fin de semana. Pues está nublado y la temperatura ha bajado, y hasta han caído cuatro gotas testimoniales. Así que, yo qué sé, Heavenly. Si esto no os alegra del todo el día, yo ya no sé.

La semana ha sido infernal, de persianas bajadas y ventilador al máximo. Y, además, ha sido histórica, diría, aunque me llaméis exagerado. Por lo del fútbol, digo. Por la valentía de las chicas y el (auto)retrato penoso de los capitostes de la Federación, los seleccionadores, la gran mayoría de LOS futbolistas, que siguen calladitos y a lo suyo. Es todo como un resumen didáctico de cómo funciona el heteropatriarcado, de la a a la z, con ejemplos prácticos y notas a pie de página. Lo mejor: que siguen sin entender qué está pasando y a qué viene tanto ruido. Siguen sin verlo. Y eso también define bien lo que es el machismo estructural. De ahí ese discurso hipnótico y esos aplausos. Verlo, escucharlo en directo, ha sido como ver un accidente de coche a cámara lenta: imposible apartar la mirada.

En fin, eso. (Yo es que no sé por qué no se prohíbe ya el fútbol, todo, de arriba a abajo, pero bueno, eso lo dejo para otro día.)

Días tranquilos en el edificio Baxter.

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