lunes, 20 de septiembre de 2021

el saldo del fin de semana:

pues el sábado hice lentejas y luego vimos Kate, una peli de Netflix de esas de acción un poco sin ton ni son, que se salva (algo) porque Mary Elizabeth Winstead es una reina y porque todo pasa en un Tokio de videojuego muy bonito; la peli de la noche fue El fantasma del paraíso, una majadería (y obra maestra) de Brian de Palma

y el domingo, después del cocido en casa de mamá (finde de dieta mediterránea, luego no digáis), vimos una maravilla que se me escapó en su momento por yo qué sé: Una chica vuelve sola a casa de noche, un hallazgo

y hoy, pues nada, pollo al ajillo y sobremesa con algunos amigos, un poco de charla, una copa y vuelta a casa

 

2 comentarios:

  1. Yo vi el domingo El fantasma del paraíso por enésima vez. Obra maestra, puro placer. Una comedia, una tragedia. Una de mis películas favoritas desde que la vi siendo un crío en la TVE. No me gustan los musicales, pero aquí es que la música y las canciones son sublimes y complementan (como ocurre también en The wicker man). Y Brian de Palma dándole un brío. Y ese Swan, interpretado por Paul Williams, que hizo unas canciones que no me canso de escuchar. En fin, una delicia de principio a fin, que no me canso de ver, que dice tanto del arte, de los productores, de la obsesión, de la vida, siendo tan grandguiñolesca pero tan brillante. Saludos.

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  2. Por cierto, el domingo que volví a ver la película, cumplía años Paul Williams, lo acabo de ver en la wiki comprobando si había escrito bien el nombre de Swan (es que siempre pongo Swann, y debe ser por lo de Por el camino de Swann). Casualidades de la vida. No sé si lo sabías. Saludos.

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