sábado, 30 de marzo de 2019




Música para el fin de semana. Lo hablaba con F hace unas semanas, un poco en broma. No me gusta (no entiendo, se me hace bola) el trap. Pero sí me gusta lo que hace esta persona, Putochinomaricón, que no es para nada trap y sí muy pop (creo). Es un paso, me contestó F: todavía queda esperanza para ti. Pues eso.

Por lo demás, la semana empezó muy arriba con la visita de Marina, el bebé de C (#cosasquemeponendebuenhumor), y luego se fue estabilizando a la baja con el zafarrancho general en el Marco Incomparable (el montaje de la próxima expo está siendo un poco Beirut), para cerrar ayer bien arriba otra vez (Mer). Después, de vuelta a casa anoche, problemas en el tren, problemas en el metro y pequeña odisea subterránea que me llevó por esas estaciones a cielo abierto de lo que, cuando era yo chavalito, llamábamos suburbano en flagrante contradicción de términos. No me acordaba de lo bonitas que son, con ese diseño tan camp y tan individualzado.

Eso.

Días tranquilos en el edificio Baxter.

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