pues ha habido que ir a hacerse el test seronosequé para poder volver al trabajo y este primer viaje en metro ha sido rarísimo, pero he podido leer la mayor parte del tiempo, así que bien
allí he visto alguna cara conocida (con mascarilla y todo), he saludado, hemos hecho la tontería esa de los coditos y vaya, bien, lo de la vuelta se me va haciendo menos cuesta arriba conforme pasan los días
y en otro orden de cosas, mundo mascarilla: una de las cosas que peor llevo es no poder sonreír a los perrillos y a los bebés, que siempre me pone de buen humor...
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