pues ha llegado abril, vestido de invierno (menudo día, ayer, de lluvia y de frío)
leo y escucho de la vuelta a una normalidad que será, a la fuerza, distinta; y en ese 'distinta' pone cada uno énfasis en su utopía personal
viendo cómo está el patio, las peleas de gallos, la bilis, la llamada a las armas, me da que, de haber cambios (a la larga, dudo que los vaya a haber), serán a peor
no sé (y eso que yo soy siempre de vasos medio llenos)
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