sábado, 22 de febrero de 2025

Música para el fin de semana. Horsegirl tienen disco nuevo, y suena limpio y luminoso como una mañana soleadita de invierno.

Pues se nos va febrero, no digo más. Que está durando un suspiro. Los días pasan, las tardes se alargan y al sol empieza a sobrarte ropa. Esta semana, además, hemos visto a unos patos madrugadores aquí al lado.

Por lo demás, nada nuevo.

No os dejéis asustar y aferraos a las cosas bonitas.

Días tranquilos en el edificio Baxter.



sábado, 15 de febrero de 2025

Música para el fin de semana. Pues Sharon y Seventeen, menuda canción. Para despejar un poco las cabezas, que madre mía. (De verdad, ojalá no pensar.)

Pues bueno, febrero. Cortísimo. Hemos vuelto al Marco Incomparable, nos hemos puesto al día. Acumulamos lecturas pendientes, miramos por la ventana. Las cositas.

Lo he dicho muchas veces, seguramente. Pero lo de vivir un tiempo en el que mis lecturas de siempre se hacen realidad, pero en clave casi de farsa, me tiene medio bloqueado. Distopía, supervillanos, Skynet. La madre que los parió. Nos queda lo pequeño, supongo: lo privado, lo cercano. Lo colectivo, también. Y no dejarse arrastrar por la bajona, que hay días de no salir de la cama, y eso sí que no.

Yo qué sé.

Días tranquilos en el edificio Baxter.


sábado, 1 de febrero de 2025

Música para el fin de semana. Laundromat Chicks son superjóvenes, y hacen esa cosa indie de aire ingenuo y sonido descuidado que me pone de tan buen humor. Así que mira, no son mala opción para empezar febrero.

Porque se acabó enero, qué te parece. Menudo mes. No quiero ni empezar a hablar, que cada vez que veo a Trump en la tele me pongo de color verde y se me van un poco las ganas de vivir. Pero oye: Correos me ha dado alguna alegría, empiezo a recuperar ritmo de lectura y tengo el congelador lleno de tuppers ricos, que estos días me ha dado tiempo a trastear algo más en la cocina. Ha dejado de llover, además; ha vuelto ese sol de invierno que tan bien sienta.

Y yo estoy ya en cuenta atrás, que el miércoles vuelvo al tajo. (Madre mía, qué pereza.)

Anyway: días tranquilos en el edificio Baxter.