sábado, 18 de enero de 2025

Música para el fin de semana. Estos días lo que más suena en casa es lo nuevo de Ethel Cain, una señora de por sí intensita que se ha marcado ahora un disco tremendo, oscuro y áspero, experimental, que a ratos es como oír llover y a ratos como darse cabezazos contra la pared. Una belleza, vamos.

La semana pasada estuvimos de gira por el sur, y nos volvimos a casa encantados y también cansados, que ya no están los cuerpos. Esta semana ha sido más de reposo, ponerse al día con cosas, leer un poco. El resto del mes ya habrá que arremangarse y resolver alguna cosilla que tengo pendiente (de esas de adultos y con papeleo, puf).

Esta semana ha sido también la de la muerte de David Lynch, que era un señor al que admiraba por su obra y que además me caía muy bien. Para mí, hay un antes y un después de ese primer capítulo de Twin Peaks que todavía hoy me deja patidifuso.

También estos días ha reventado el asunto Gaiman, después de algunas noticias previas y un largo (y sospechoso) silencio. ¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo es eso de separar obra y autor? Porque a mí no me sale así de fácil. (Como dije cuando lo de Errejón, que también ha vuelto a asomar el hocico esta semana: los putos aliados, los que se autoproclaman así, es que no se salva ni uno.)

Y el lunes es la coronación de Trump. Menudo festival. Y me pregunto cómo puede ser que estemos normalizando que el mundo lo gobierne un puñado de supervillanos grotescos de tebeo malo.

En fin, yo qué sé. Menudo panorama.

Leyendo right now: los libros de Murderbot de Martha Wells y los tebeos de Los 4 Fantásticos de Ryan North.

Días tranquilos en el edificio Baxter (precisamente).

sábado, 4 de enero de 2025

Música para el fin de semana de roscón y regalos. Sábado húmedo y gris, mejor ponerle su poquito de electricidad con esto de Alvvays que igual ya he subido por aquí, pero mira, qué quieres.

Pues nada, nuevo mes, nuevo año. A ver cómo viene. Ya sabéis que aquí somos de los del vaso medio lleno, pero bueno, su poquito de miedo sí nos da. Y pereza. Sobre todo pereza, que el patio está como está y cada vez hay más caspa allá donde mires.


En casa despedimos 2024 viendo Segundo Premio, y recibimos el 25 viendo la última de Jonás Trueba, Volveréis. Las dos me han gustado bastante (para mi sorpresa, que del miniTrueba había visto otra que me pareció un horror en su momento). Este va a ser a lo mejor el año en que empiece a releer cosas, así, porque me apetezca. Tengo ya unas pocas en lista de espera, además de lo que se me vaya ocurriendo. Tebeos, sobre todo: a ver cuántos me siguen diciendo cosas y cuántos salen volando por la ventana.


Poca cosa más que contar.

Días tranquilos en el edificio Baxter.